El Gobierno brasileño rebajó hoy de 300 a 150 dólares el límite de la exención de impuestos a todos los productos comprados por sus ciudadanos en los países vecinos siempre que entren por la frontera por vía terrestre o fluvial.
La medida, que fue publicada hoy en el Diario Oficial de la Unión, no afecta a las compras que se hayan hecho fuera del país y lleguen a suelo brasileño por avión, que mantendrán un límite de 500 dólares en compras sin impuestos.
Todas las compras que lleguen por frontera terrestre o fluvial y superen los 150 dólares tendrán que pagar un 50 por ciento de su valor en la aduana, según el nuevo decreto.
La nueva ley puede afectar los comercios de tradicionales destinos de compras fronterizos como las urbes paraguayas de Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, donde miles de brasileños acuden para adquirir electrónicos y perfumes, entre otros productos.
La medida se suma a las adoptadas por el Ejecutivo brasileño en los últimos años para elevar los impuestos a las compras que los brasileños realizan en el extranjero, lo que ha incluido el aumento de las tasas en los pagos mediante tarjetas de débito.
Los brasileños gastaron en sus viajes internacionales 10.301 millones de dólares entre enero y mayo pasado, según los datos más recientes del Banco Central. El déficit en la cuenta de turismo, descontados los gastos de los extranjeros en Brasil, se situó hasta mayo en los 7.274 millones de dólares.