BEIJING, 28 jul (Xinhua) -- Una confesión escrita del criminal de guerra japonés Ryusuke Sako revela la persecución de miles de chinos, incluidos operadores antijaponeses clandestinos, durante la Segunda Guerra Mundial.
El documento, hecho público el domingo, es el más reciente de una serie publicada en el sitio web de la Administración Estatal de Archivos de China (AEACh), tras la negación de crímenes de guerra por parte del primer ministro japonés, Shinzo Abe, y políticos derechistas de ese país.
De acuerdo con la confesión de Sako, antes de su captura en agosto de 1945, se desempeñó como jefe de sección del Departamento de Inspección de las Fuerzas Policiales de Seguridad Ferroviaria del estado títere de "Manchukuo" y como mayor general y comandante de brigada de las Fuerzas de Seguridad Ferroviaria en Jilin y Mudanjiang.
En su confesión admitió que capturaron a unos 60 patriotas chinos cerca de Huodoushan, a lo largo de la línea férrea Jin-Gu, en agosto de 1941, y dos de ellos fueron condenados a muerte.
De diciembre de 1941 a marzo de 1942, ordenó la detención de un total de 39 operadores que luchaban de forma clandestina contra los japoneses. Además, el patriota Yang Bailong fue condenado a muerte, Zhou Zhenhuan a cadena perpetua y otros a penas de prisión, de acuerdo con la confesión.
Durante su período en Jinzhou, ordenó a las fuerzas de seguridad ferroviaria subordinadas "llevar a cabo una búsqueda de inteligencia semanal" y "arrestaron a un total de más de 3.000 personas", según el documento.
Sako admitió también haber participado en la planificación e implementación de acciones de "orden público", como "el arresto, la represión" y "la reorganización familiar y de las aldeas".
Esta confesión es la más reciente de un total de 45 documentos de criminales de guerra japoneses que la AEACh tiene previsto publicar. La institución ha emitido una al día desde el 3 de julio.