Sospechoso de comandar venta ilegal de entradas en el Mundial deja la cárcel

Actualizado a las 07/08/2014 - 17:17

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RIO DE JANEIRO, 6 ago (Xinhua) -- El británico Raymond Whelan, acusado por la policía local de comandar una pandilla de reventa ilegal de entradas para el Mundial de fútbol 2014, dejó hoy la cárcel, favorecido por una decisión de la Justicia brasileña.

Whelan, ejecutivo de la empresa Match Services, socia de la FIFA para la venta de paquetes del Mundial, abandonó el Complejo Penitenciario de Bangu, en la zona oeste de Río de Janeiro, 24 horas después de que el juez Marco Aurelio Mello, del Supremo Tribunal Federal (STF), ordenase su excarcelación aunque tendrá que permanecer en esta ciudad para responder al juicio.

El británico de 64 años fue detenido por primera vez el 7 de julio en el marco de un operativo de la policía brasileña para desmantelar una red ilegal de reventa de entradas que, según las autoridades locales, negociaba los boletos exclusivos de cortesía destinados a patrocinadores, federaciones futbolísticas, familiares de jugadores y organizaciones no gubernamentales y obtenía ganancias millonarias.

El alto ejecutivo pasó a ser sospechoso tras el arresto de otros once integrantes de la red de reventa, entre ellos el empresario franco-argelino Mohamadou Lamina Fofana de quien, al principio, se sospechaba ser el líder de la organización. Sin embargo,escuchas telefónicas realizadas por las autoridades concluyeron que Ray Whelan estaría a encima de Fofana.

Según la investigación, el director de Match Services pasaba a Fofana entradas VIP de cortesía destinadas originalmente a los patrocinadores, organizaciones no gubernamentales y familiares de jugadores. Luego Fofana las revendía ilegalmente con ayuda de agencias de viaje y de sus altos contactos en el Mundial del fútbol.

Whelan fue liberado el día siguiente gracias a un "hábeas corpus", pero el 10 de julio la Justicia volvió a ordenar su arresto preventivo. Sin embargo, el británico escapó del lujoso hotel Copacabana Place, poco antes de la llegada de la policía y se entregó cuatro días después, siendo llevado al penal de Bangu.