SANTO DOMINGO, 7 ago (Xinhua) -- Los casos sospechosos de fiebre chikungunya en República Dominicana aumentaron a 370.141, más de la mitad del total de casos reportados al primer día de este mes por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en todo el continente, informaron hoy autoridades locales.
En su más reciente boletín, la Dirección General de Epidemiología del Ministerio dominicano de Salud Pública reportó 62.279 casos sospechosos en la última semana epidemiológica (hasta el 26 de julio), 38.549 de ellos "notificados tardíamente".
La cartera indicó que la incidencia acumulada de la fiebre chikungunya es actualmente de 3.567 casos por cada 100.000 habitantes, siendo el Distrito Nacional (perímetro urbano de la capital) y la provincia San Juan de la Maguana (sur) dos de las diez demarcaciones con mayor número de casos sospechosos.
La fiebre chikungunya es una enfermedad viral que se contagia a través del mosquito Aedes aegypti, y por otro llamado Aedes Albopictus. Es similar al dengue, pero a diferencia del primero produce dolores articulares y musculares más intensos y es de baja mortalidad.
Aunque los primeros casos se reportaron en febrero de este año, el gobierno dominicano confirmó el 4 de abril la existencia de una epidemia a nivel nacional. El primer brote fue detectado en el municipio de Nigua, provincia San Cristóbal, 30 kilómetros al suroeste de la capital dominicana.
La OPS señaló en su último informe que la chikungunya afecta a un total de 508.122 personas en treinta países de América incluyendo a Bahamas, con una transmisión autóctona, y 32 decesos por causas vinculadas a la enfermedad, tres de ellas en República Dominicana.
Una organización privada ha cifrado en tres millones de dólares al mes los costos generados por el aumento de la demanda de los servicios de salud debido a la epidemia en el país, y que según expertos ya superó el pico iniciado a partir de los primeros casos reportados a principios de año.
El presidente de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS), José Manuel Vargas, dijo el mes pasado que la infección incrementó la siniestralidad (costo médico) de un 94 por ciento a un 96 por ciento, a lo que debe sumarse un 10 por ciento de gastos administrativos, lo que representaría un costo anual de 1.560 millones de pesos (36,3 millones de dólares).