CISJORDANIA, 7 ago (Xinhua) -- La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza ha conducido a un creciente apoyo de la resistencia en Cisjordania, pero de diferente tipo. Cada vez más palestinos de Cisjordania declaran la guerra contra los bienes israelíes.
Aunque los analistas no esperan que la campaña influya en la economía israelí, puede ser considerada un importante paso hacia nuevos logros.
El estado de furia del público contra la ofensiva israelí en Gaza ha hecho que el boicot gane un impulso sin precedentes y muchos palestinos entrevistados dijeron que no pararán a menos que se logre una tregua.
El martes, la más grande cadena palestina de supermercados "Bravo" se unió al boicot y retiró los productos israelíes de sus estanterías.
"No tenemos productos israelíes. Gaza es victoriosa", indica un letrero sobre los estantes vacíos. Periodistas y activistas de los medios sociales promueven la campaña y dos radios locales prometieron dar anuncios gratis a estas tiendas.
Subhi Naser, de 32 años de edad, participa por primera vez en un boicot. "Quiero comenzar mi movimiento de resistencia pacífica luego de ver las masacres cometidas contra mi pueblo", indicó Naser, quien agregó que "está es la única manera que se ajusta a mis principios".
Los activistas de la campaña "Apoya tu ocupación" piden a los palestinos recorrer las tiendas de Cisjordania para etiquetar los productos israelíes con una estampa única que dice "el 16 por ciento del precio de estos productos se destina al ejército israelí", en referencia a los impuestos que al final serán para el gobierno israelí.
Estas campañas están logrando generar avances y más tiendas se unen a la petición. El activista Tomallah dijo que la etiqueta tiene efectos sobre los clientes: "el comportamiento del consumidor ha cambiado ahora que saben que comprar productos israelíes ayuda al ejército israelí a matar a sus conciudadanos en Gaza".
Sin embargo, los analistas indicaron que el boicot no perjudicará la economía de Israel, en particular porque no irá más allá. "Israel es el único proveedor de agua, electricidad y combustible para los palestinos y renunciar a esto implicaría que los palestinos serán privados de los bienes básicos para vivir", dijo el profesor de Economía Nasr Abd al-Karim.
Se estima que un boicot a largo plazo de los productos israelíes sólo le costaría a Israel entre 400 y 500 millones de dólares, una parte relativamente pequeña de la economía israelí, agregó Abd al-Karim.
Por otra parte, Abdul Karim Barghouti, presidente del Instituto de Estudios Internacionales Ibrahim Abu-Lughod, dijo que la economía no es el objetivo clave. "El boicot tiene efectos morales y políticos, en particular para definir a Israel como un país ocupante", señaló el profesor.