MADRID, 17 ago (Xinhua) -- El parón de las economías alemana, francesa e italiana puede tener una repercusión importante sobre España cuando su Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido en un 0,6 por ciento, lo que impacta negativamente en las exportaciones españolas al tratarse estos tres países de destinos vitales.
Las dudas sobre el crecimiento de los socios europeos y una nueva caída de precios en julio sirven para incrementar la tensión sobre las posibles medidas que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, vaya a tomar en septiembre próximo, señaló hoy Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), citado por meios españoles.
Ontiveros dijo que el actual momento que atraviesa el sector exterior español, vital motor de la economía española desde 2010, tampoco es el mejor para afrontar el parón de sus socios europeos, además hay que añadir una nueva situación como es el veto de Rusia a los alimentos procedente de la Unión Europea (UE) por la crisis de Ucrania.
Asimismo, el presidente de AFI resaltó que pese a una mejoría de la demanda interna, es decir, del consumo, el problema radica aún en el alto endeudamiento de las familias y la evolución escasa de la renta de los propios hogares españoles, así como al aumento del empleo, pero sin mejoras en los salarios.
En definitiva, Ontiveros ve en la debilidad de la zona euro un importante "factor de riesgo para la economía española y considera difícil cumplir con las previsiones para final del año".
El crecimiento del PIB de España triplicó al de la UE en el segundo trimestre del presente año, ya que fue del 0,6 por ciento, frente a la media del 0,2 por ciento de los 28 Estados comunitarios.
Sin embargo, medios económicos señalaron hoy que la alta deuda pública española, que ha superado el billón de euros y que supone el 98,4 por ciento del PIB, sigue siendo un gran obstáculo para la definitiva recuperación de la economía nacional.