¿Dar o no dar estimulos materiales a los funcionarios? |
Por Mao Shoulong
Pekín,22/09/2014(El Pueblo en Línea)-En medio de la convocatoria a la frugalidad y a la lucha contra la corrupción, muchos funcionarios de base lamentan la pérdida de estímulos materiales, sobre todo porque sus salarios siguen siendo bajos.
Esto ha llevado a muchos observadores a opinar que la campaña contra la corrupción ha privado a los funcionarios de base - que no tienen forma de ganar dinero de forma corrupta - de los pocos beneficios a los que tenían derecho. Sin embargo, los funcionarios de base a pesar de no tener mucho poder, pueden hacer mucho daño ya que tienen decisiones en la forma en que se ejecutan las directrices emitidas por los altos funcionarios. Es por ello que el máximo líder del país, Xi Jinping, ha hecho hincapié en que la campaña contra la corrupción tiene que centrarse tanto en los "tigres" como en las "moscas".
Era una práctica común gubernamental durante los festivales nacionales entregar regalos a los funcionarios públicos como estímulo. Los regalos variaban desde paquetes de arroz, carne y aceite comestible hasta vales de compra por valor de miles de yuanes. Dado que la mayoría de los funcionarios de base sólo tienen pequeños regalos como mooncakes (en contraste con los vales por valor de miles de yuanes), incluso las personas que apoyan la campaña contra la corrupción opinan que a los funcionarios de base no se les debe negar los beneficios.
No depende del valor si tales regalos son parte de la prima o devienen sobornos disfrazados, lo que urge definir es si los funcionarios públicos realmente lo merecen. Esto asegura que los trabajadores públicos reciban sus correspondientes beneficios y, al mismo tiempo, previene la corrupción, pues establece un sistema transparente.
China debe aprender de los países desarrollados, donde existe una clara división entre los recursos privados y públicos y los funcionarios no reciben bienes materiales como regalos durante los festivales. En Alemania, por ejemplo, un funcionario no se le permite hacer llamadas privadas a través de los teléfonos de la oficina. Además, los departamentos gubernamentales que ofrecen banquetes tienen que seguir estrictas regulaciones.
Algunos observadores han sugerido que los paquetes de bienestar de los funcionarios públicos deben añadirse a sus ingresos, con el fin de descartar dudas sobre la naturaleza de los mismos. Pero es un proceso complicado, ya que es difícil calcular el valor del arroz, pasteles o aceite comestible para determinar el monto del impuesto que tales regalos conlleva.
Ofrecer regalos como estímulos acarrea otros problemas. En años anteriores, era común leer los noticias que informaan que después del Festival del Medio Otoño, los barrenderos encontraban un gran número de paquetes de pastel de luna intactos dentro de la basura. Además, en términos morales, siempre existe el riesgo de que al ofrecer regalos, las personas pueden avergonzarse si no los quieren aceptar o si están en contra de esta práctica social.
Por lo tanto, en lugar de un sistema de estimulación "gris", que muchos creen que conduce al mal uso de los fondos públicos, necesitamos un mecanismo transparente para los salarios de los funcionarios.
Los funcionarios de base, cuyos ingresos son generalmente bajos, sienten que se les está negando un mejor nivel salarial por la costumbre de hacerles regalos en fechas señaladas. Por lo tanto, mientras que el dinero de los contribuyentes no debe utilizarse para proporcionarle a los funcionarios públicos beneficios innecesarios, las autoridades sí deben establecer un mecanismo para determinar el valor racional de la estimulación que los funcionarios merecen.
El autor es el decano de la Academia de Administración Pública de la Universidad Renmin de China.