Pekín,25/09/2014(El Pueblo en Línea)-La madrugada del martes, en Siria, los EE.UU. y su coalición árabe llevaron a cabo ataques aéreos contra el Estado islámico (EI) utilizando misiles Tomahawk y aviones de combate F-22. El presidente estadounidense Barack Obama, ha afirmado que la lucha contra el Estado Islámico continuará hasta el final de su mandato.
El gobierno de Obama no buscó la aprobación de la ONU para realizar los ataques aéreos. A su vez, el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad afirmó que los ataques aéreos se llevaron a cabo sin la autorización del gobierno sirio.
En Siria hay tres fuerzas influyentes: las fuerzas del gobierno, la oposición apoyada por Occidente y el SI. Entre todas, la fuerza gubernamental es la más fuerte. Los EE.UU. están combatiendo contra el EI, pero sólo dialogan con la oposición y siguen etiquetando al gobierno de Assad como un régimen autoritario y represor.
Por lo tanto, la campaña militar en Siria será difícil. No importa el apoyo internacional que los EE.UU. han ganado. Han renunciado a la oportunidad de unir las fuerzas interiores de Siria. La hostilidad de Estados Unidos contra el gobierno de Assad es una de las razones del aumento de la militancia del EI. Washington, en la actualidad, no tiene ni el poder ni el coraje de cambiar su actitud.
Para erradicar el EI, sería más fácil si los EE.UU cooperara con las fuerzas del gobierno sirio. Sin embargo, en un momento tan crítico, Washington no se da cuenta que al descartar al gobierno sirio el mayor enemigo no es EI: es el conflicto que esta omisión crea.
Está claro que la percepción general es que el EI es el enemigo del mundo. El apoyo global a los ataques lo evidencian. Pero lo que no está claro es si Washington podrá evitar la confrontación con el gobierno de Assad durante esta guerra "antiterrorista".
Obama le ha advertido a Siria que no "moleste" a los combatientes estadounidenses. Su último discurso cerró la puerta una vez más a la cooperación con el gobierno de Assad. Obama prometió no implicar tropas estadounidenses en el campo de batalla. Optará por ataques aéreos que reducen el riesgo de víctimas, pero aumenta las posibilidades de resistencia del EI.
China debe adoptar una actitud de "no objeción" a los ataques aéreos de Estados Unidos. Pero debe fomentar al mismo tiempo que los EE.UU. lleven a cabo las operaciones sin dejar de ser respetuosos con la soberanía de Siria y operen de conformidad con la Carta de la ONU. Si los EE.UU. también dirigen sus ataques contra las tropas del gobierno sirio, China debe modificar su actitud.
Obama ha mostrado cautela en la lucha contra el EI. Desencadenar otra guerra es un factor determinante para juzgar su desempeño. Si puede resistir la presión de los halcones estadounidenses, será recordado como un gran estratega.
El EI es sangriento y brutal. Los expertos opinan que esta organización es más atractiva para los extremistas que Al Qaeda. Sin embargo, la campaña contra el EI no debe convertirse en caldo de cultivo para la formación de una organización terrorista más radical.