Como se esperaba, el equipo de defensa del presidente keniano Uhuru Kenyatta pidió a los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) desechar el caso en su contra.
Kenyatta estuvo presente en el tribunal como ciudadano, no como presidente, pero permitió a su equipo de defensa que hablara. "Se debe trazar ahora una línea en el procedimiento de este caso", dijo Steven Kay, abogado de Kenyatta, al panel de tres jueces.
"No hay evidencia, porque si la hubiera, tendríamos un juicio", dijo el abogado.
La fiscal en jefe Fatou Bensouda pidió a los jueces llevar a término un juicio. "El derecho de un acusado no debe prevalecer sobre el derecho de los demás", dijo la fiscal. "El caso debe ser aplazado de manera indefinida. Todavía falta una cantidad significativa de evidencia contra Kenyatta".
El recién elegido presidente Kenyatta es acusado, como responsable indirecto, de cinco cargos de crímenes contra la humanidad. Los cargos son homicidio, deportación o traslado forzados, violación, persecución y otros actos inhumanos presuntamente cometidos en 2007 y 2008 durante los actos de violencia posteriores a las elecciones, en los que más de 1.000 personas murieron.
Bensouda argumentó que descartar el caso contra Kenyatta transmite un mensaje a la comunidad internacional de que si un país obstaculiza una investigación durante el tiempo suficiente, el caso será descartado.
El comienzo del juicio ya ha sido aplazado en siete ocasiones. La fiscal indicó que el gobierno de Kenia frustra los procedimientos ahora en curso debido a que suministra información insuficiente.
Durante la comparecencia, decenas de simpatizantes de Kenyatta se colocaron frente al edificio de la CPI en una muestra de solidaridad con su presidente. Los jueces tomarán una decisión sobre los próximos pasos en el caso de Kenyatta tomando como base las comparecencias del martes y el miércoles.