Cambio climático inclina la balanza a favor de las mujeres |
fuente:agencias
Pekín,09/10/2014(El Pueblo en Línea)-La media mundial para este año es de 107 niños varones nacidos por cada 100 niñas. Al contrario que los cocodrilos, que carecen de cromosomas sexuales y por tanto dependen de la temperatura de la nidada para determinar el sexo de las crías, los humanos nacemos de un sexo u otro por razones puramente aleatorias. Al menos eso es lo que se creía hasta ahora. Sin embargo, un reciente estudio realizado en Japón parece sugerir que la temperaturas (como en los cocodrilos) también tendrían algo que ver en la determinación del sexo, y que de hecho el cambio climático está inclinando la balanza de nacimientos a favor de las mujeres.
La investigación, dirigida por el doctor Misao Fukuda, sugiere que el cambio climático podría estar alterando el porcentaje de nacimiento entre hombres y mujeres, ya que los fetos masculinos parecen ser particularmente vulnerables a las variaciones térmicas.
Desde la década de 1970 y hasta ahora, las fluctuaciones de las temperaturas con respecto a la media se han vuelto más comunes en Japón, mientras que al mismo tiempo se ha ido produciendo un aumento en las muertes de fetos de sexo masculino, en relación con el número de muertes de fetos de sexo femenino. Para los investigadores, muerte fetal es todo aborto espontáneo sucedido después de 12 semanas de embarazo.
Para elaborar el estudio se analizaron los datos de temperatura mensuales recogidos desde 1968 hasta 2012 por la Agencia Meteorológica de Japón. Estos datos se cruzaron con los de muertes fetales y número de niños nacidos durante ese tiempo, obtenidos tras consultar las estadísticas de la base de datos del sistema sanitario estatal de Japón.
Tal y como escribieron los investigadores en su estudio, estos hallazgos sugieren que “las recientes fluctuaciones de temperatura en Japón parecen estar vinculadas a un menor nacimiento de varones, en parte a través de un aumento de las muertes fetales varones”.
El estudio nipón no explica en ningún momento la forma en que el calentamiento global puede estar afectando a los fetos masculinos en mayor grado que a los femeninos.