BRASILIA, 15 oct (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT), y el candidato opositor, Aecio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), intercambiaron duras acusaciones en el primer debate televisivo de cara al ballotage del 26 de octubre realizado en la noche del martes.
El debate, transmitido por la red Bandeirantes, llevó en algunos momentos a los presidenciables a acusar a su adversario de graves fallas en su vida pública, con denuncias cruzadas de corrupción, nepotismo y complicidad con prácticas irregulares.
Hacia la mitad del programa, Neves acusó al PT de utilizar la petrolera estatal Petrobras para financiar sus campañas políticas a través del cobro de coimas a empresas proveedoras, afirmando que Rousseff fue "liviana" en su respuesta a las investigaciones de la Justicia.
El candidato del PSDB utilizó como argumento las declaraciones de un exdirector de la estatal, quien acordó una "delación premiada" con la Justicia, apuntando que el PT y otros partidos de la base del gobierno eran financiados con recursos desviados de la empresa.
En un clima de mucha tensión, Rousseff acusó por su parte a Neves de haber construido un aeropuerto con recursos públicos en el estado de Minas Gerais, durante su mandato como gobernador, en una propiedad particular para beneficio propio.
Enseguida, en el momento de mayor temperatura del debate, la mandataria afirmó que Neves practicó nepotismo, contratando varios parientes para ocupar cargos públicos, lo que está prohibido por la ley.
El socialdemócrata respondió que la campaña oficialista estaba basada en permanentes mentiras y acusaciones infundadas contra sus adversarios, y aseguró que las personas en las calles le piden "nos libre de este gobierno del PT".
Neves afirmó también que el programa social Bolsa Familia, implantado bajo el gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) que atiende actualmente a cerca de 50 millones de personas, en realidad era uno del expresidente socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2003).
Rousseff respondió que eso era una "fábula" y que el gobierno pesedebista había apenas creado programas piloto "sin la escala necesaria" para atender los problemas sociales del país, mientras que el PT había sacado a 36 millones de personas de la pobreza, lo que equivale a "una Argentina".
En el debate sobre la cuestión económica, Neves dijo que la gestión de Rousseff "fracasó", que él estaba preparado para restaurar la credibilidad para atraer inversiones, y que los brasileños temen la vuelta de la inflación.
La presidenta criticó una vez más al anunciado ministro de Hacienda de un eventual gobierno del PSDB, Arminio Fraga, recordando que cuando ocupó la presidencia del Banco Central en el gobierno de Cardoso, la inflación superó los límites de la meta oficial en varias ocasiones y la tasa de interés y el desempleo llegaron a niveles récord.
Las fuertes acusaciones durante el debate confirman las previsiones de los analistas de que la campaña en la segunda vuelta de enfrentamientos en torno a casos de corrupción vinculados a sus respectivos partidos.
En sus consideraciones finales, Neves agradeció el apoyo de Renata Campos, la viuda del ex líder del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, muerto trágicamente en un accidente en agosto pasado, y de la candidata del PSB, Marina Silva, quien anunciara oficialmente el domingo la adhesión a la candidatura del socialdemócrata.
Rousseff, por su parte, señaló que en el momento de la elección, lo importante era que los brasileños eligieran a la persona más experimentada y con "compromiso verdadero" con los trabajadores y sus conquistas, y se mostró como la más preparada para iniciar un nuevo ciclo de desarrollo para Brasil.
Hasta el ballotage del 26 de octubre, habrá otros tres debates televisivos entre los presidenciables.
El próximo será el jueves 15, en el canal SBT, el siguiente el domingo 19 en la TV Record, y el último el viernes 24, en la red Globo de televisión.