Un total de 50 personas murió hoy en enfrentamientos y ataques aéreos contra las posiciones de los milicianos del Estado Islámico (EI) en Irak, señaló un oficial de seguridad iraquí.
En la provincia de Salahudin, las fuerzas de seguridad iraquíes, respaldadas por milicianos chiitas, capturaron tres aldeas en el poblado suroriental de Dujail, a 60 kilómetros al norte de Bagdad, luego de enfrentamientos intensos con los milicianos del EI.
Al menos siete milicianos murieron y cinco de sus vehículos fueron destruidos, dijo un guardia de seguridad provincial a Xinhua con la condición de permanecer en el anonimato.
Las fuerzas de seguridad iraquíes continuaron los ataques contra las posiciones del EI durante el día y cerca de los poblados de Balad, Baiji, Samarra y Dhuluiyah, donde 13 milicianos murieron y quedaron destruidos vehículos y equipo, indicó el oficial.
En uno de los bombardeos, un notorio líder del EI y dos de sus colaboradores murieron cuando un helicóptero destruyó tres vehículos en que viajaban miembros del EI en el poblado de Baiji ocupado por milicianos, a 200 kilómetros al norte de Bagdad, de acuerdo con reportes de inteligencia.
En la provincia oriental de Diyala, las fuerzas de seguridad iraquíes y los milicianos chiitas respaldados por aviones realizaron una operación en las áreas rurales cerca de la aldea de Hunbus, a 110 kilómetros al noreste de Bagdad. Ellos mataron a 22 milicianos, incluidos dos líderes del grupo, dijo una fuente de seguridad provincial a Xinhua.
Por separado, el mulá Eid, un líder importante del EI y tres de sus guardias murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y la milicia chiita en la aldea de Qaraghul, en la orilla noreste de la provincia de Diyala. Un miliciano chiita murió y siete más resultaron heridos en la batalla.
La situación de seguridad comenzó a deteriorarse drásticamente en Irak desde el 10 de junio tras el estallido de sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y centenares de milicianos del EI.
Los milicianos del EI tomaron el control de la norteña ciudad de Mosul y luego se apoderaron de territorios en Nineveh y otras provincias de mayoría sunnita que fueron abandonados por las fuerzas gubernamentales.