BEIJING, 30 nov (Xinhua) -- China, el principal productor y consumidor mundial de carbón, aplicará un impuesto sobre el carbón con base en las ventas y no en la producción a partir del 1 de diciembre, en una medida para apuntalar la débil industria y para mejorar el cada vez más deteriorado ambiente.
ELIMINAR CUOTAS PARA DAR PASO A LA REFORMA
Sin embargo, la clave de la reforma es eliminar las cuotas relacionadas con el carbón. Los productores chinos de carbón pagan derechos así como cuotas bajo distintas denominaciones como los fondos de ajuste del precio del carbón, cuotas de compensación por minerales nacionales y cuotas por desarrollo económico local.
El Consejo de Estado, el gabinete de China, decidió eliminar estas cuotas antes de implementar la reforma del impuesto sobre el carbón en una reunión ejecutiva sostenida el 29 de septiembre.
El plan de reforma prohíbe a los gobiernos locales establecer fondos que cobren a los productores de carbón, según una circular emitida en octubre por el Ministerio de Finanzas y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR).
La circular estipula que no se permitirá a ningún gobierno local aprobar más cargos administrativos o fondos gubernamentales que involucren carbón, crudo o gas natural, excepto con el permiso de las leyes, normas y regulaciones del Consejo de Estado.
Habrá rendición de cuentas por cualquier violación, advirtieron el Ministerio de Finanzas y la CNDR, los cuales fijaron hoy como el plazo límite para que los gobiernos locales informen de sus campañas de limpieza y de la lista de cuotas a cancelarse y a mantenerse.
Los principales productores de carbón de China aceleraron las acciones para cumplir el plazo. La provincia de Shanxi, en el norte de China, redujo en 10.800 millones de yuanes (1.770 millones de dólares) las cuotas impuestas sobre los productores de carbón desde la limpieza masiva de junio.
"Los 10.800 millones de yuanes representan que pueden calcularse", dijo un conocedor de la industria del carbón. "La carga sobre los productores de carbón hubiera sido reducida incluso de forma más significativa si aquellas "cuotas invisibles" fueran contadas, porque muchas de ellas son simplemente incontables".
Shanxi, la cual ha producido cerca de la cuarta parte del carbón desde 1949, ha registrado una aguda disminución de las ganancias del carbón desde la segunda mitad de 2012.
Las utilidades por tonelada cayeron a 2,6 yuanes (0,4 dólares) en los primeros tres trimestres de este año, en comparación con los 45 yuanes (7,4 dólares) de 2013 y de los 139 yuanes (22,8 dólares) de 2011.
La provincia altamente dependiente del carbón ha estado alerta por la situación cada vez peor en la industria del carbón incluso antes de que la reforma nacional fuera emprendida.
Shanxi elaboró 20 medidas el año pasado para apoyar a la industria, las cuales redujeron en 14.500 millones de yuanes (2.400 millones de dólares) la carga sobre los productores de carbón.
Analistas del centro de comercio de carbón de Taiyuan no vieron un alza del precio del carbón en el cuarto trimestre, a pesar del modesto incremento durante la temporada de calor y del consumo industrial por lento crecimiento económico.
Más del 70 por ciento de los productores de carbón están en déficit, según estadísticas de la Asociación Nacional del Carbón de China.
MENOS ES MAS
Bajo la reforma de los impuestos sobre el carbón, el mercado desempeñará un papel decisivo en la distribución de recursos, como se requirió en la Tercera Sesión Plenaria del 18º Comité Central del Partido Comunista de China celebrada en noviembre de 2013.
Los desperdicios de la producción y el daño al ambiente no fueron calculados en la recabación de impuestos.
"Esto será modificado en la nueva reforma fiscal", dijo un analista.
El beneficio a corto plazo para los productores de carbón es obvio. No tendrán que pagar decenas de derechos cobrados bajo distintos nombres.
De acuerdo con el plan de reforma, los gobiernos provinciales son los que decidirán la tasa de impuesto en un rango especificado de dos a 10 por ciento.
Sin embargo, el apetito de los gobiernos locales podrá ser contrarrestado cuando la tasa más alta debilite la competitividad de sus contribuyentes en el mercado, dijeron expertos.