El Senado acusa a la CIA de torturas brutales |
Fuente:agencias
WASHINGTON,10/12/2014(El Pueblo en Línea)-La CIA mintió deliberadamente al Congreso de Estados Unidos, y al entonces presidente de ese país George W. Bush, con relación a la tortura de sospechosos que pertenecen a la organización terrorista Al Qaeda.
Ésa es la principal conclusión del informe sobre las llamadas "técnicas de interrogación reforzadas" realizado por el Comité de Inteligencia del Senado de ese país.
El informe culpa a la CIA de las torturas masivas puestas en práctica por Estados Unidos tras los atentados del 11-S. Según primeras filtraciones, llevadas a cabo por el propio Comité de Inteligencia del Senado, el documento sostiene que ninguna de las torturas sirvió para identificar una amenaza contra Estados Unidos. También afirma el documento que la CIA descartó informar a George W. Bush acerca del programa de interrogatorios, y además estuvo improvisando sobre cómo tratar a los detenidos de Al Qaeda.
La Casa Blanca se negó a declarar si las torturas habían ayudado o no para descubrir el paradero de Osama bin Laden, que murió en Pakistán el 1 de mayo de 2011 durante una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado que "algunos de los actos llevados a cabo son contrarios a nuestros valores". Obama añadió que el programa de interrogatorios de la CIA "ha causado un daño significativo" a Estados Unidos.
El estudio se centra en los interrogatorios a 119 presuntos miembros de Al Qaeda mantenidos en cárceles fuera de territorio estadounidense. Su principal promotora ha sido la senadora demócrata Diane Feinstein, que preside el Comité de Inteligencia del Senado.
El informe consta de 6.700 páginas, de las cuales menos del 10% son públicas. El resto son documentos teóricamente secretos cuya publicación podría afectar a la seguridad nacional de Estados Unidos. Para elaborarlo, el Comité de Inteligencia del Senado ha examinado 6,3 millones de documentos.
Una de las cosas más controvertidas del informe es el nombre de las personas que torturaron. El documento no cita a ningún agente que estuviera específicamente involucrado en esos actos por su nombre, sino que recurre a seudónimos.
El informe tiene también un cierto componente de guerra burocrática: la CIA está operando en Estados Unidos prácticamente como un Estado dentro del Estado, al margen tanto de la rama ejecutiva del Gobierno (la Casa Blanca) como de la Legislativa (el Congreso). En este sentido, la propia senadora Dianne Feinstein ha convertido el informe en una cierta venganza institucional.
En 2013, la senadora defendió a capa y espada el espionaje electrónico llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, según sus siglas en inglés)., sin embargo, este año Feinstein se enteró de que la CIA había estado espiando sus ordenadores e incluso alterándolos para distorsionar el informe sobre sus abusos y torturas.