Hallan fósiles humanos con un 10% de genes de neandertal |
Fuente:agencias
Leizpzig,Alemania,23/06/2015(El Pueblo en Línea)-Hace cerca de 40.000 años, los neandertales desaparecieron para siempre del continente europeo. Pero dejaron un legado. De hecho, una parte de su carga genética (entre el uno y el tres por ciento de sus genes) sigue aún presente en los europeos actuales.
Ahora, un grupo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leizpzig, Alemania, de la Escuela Médica de Harvard en Estados Unidos y del Laboratorio de Evolución de Vertebrados y Orígenes del Hombre en Pekín, se acaban de llevar una gran sorpresa al analizar el ADN de una mandíbula de hace entre 37.000 y 42.000 años hallada en Rumanía y comprobar que entre el seis y el nueve por ciento del genoma de ese antiguo humano procede del hombre de Neanderthal. Se trata del mayor porcentaje de genes heredados de la «otra especie inteligente» jamás hallado hasta la fecha en ningún otro humano moderno.
El tamaño de los segmentos neandertales en los cromosomas de este individuo es tal, que los investigadores creen que su ascendencia neandertal se remonta apenas a entre cuatro y seis generaciones atrás en su árbol genealógico. Lo cual es una prueba más que evidente de que los primeros humanos modernos (los que eran como nosotros) que llegaron a Europa se mezclaron con los neandertales que ya estaban allí.
Todos los humanos que tienen sus raíces fuera del Africa Subsahariana llevan en su ADN entre el uno y el tres por ciento de genes de neandertal. Y hasta ahora, los investigadores habían pensado que lo más probable es que los primeros humanos que llegaron al continente europeo se mezclaron con los neandertales en Oriente Medio hace entre 50.000 y 60.000 años, antes de dispersarse por Asia, Europa y el resto del mundo.
Sin embargo, las dataciones por radiocarbono de restos de diferentes yacimientos europeos sugieren con fuerza que ambas especies, neandertales y humanos modernos, convivieron en Europa por lo menos durante 5.000 años. Y que durante este largo tiempo se cruzaron genéticamente en numerosas ocasiones.
Los investigadores creen que entre el seis y el nueve por ciento del genoma preservado en la mandíbula de Oase procede de un antepasado neandertal, además de una serie excepcionalmente larga de segmentos de algunos de sus cromosomas. Y dado que la longitud del ADN heredado de un antepasado se acorta a cada generación que pasa, los investigadores creen que el propietario de la mandíbula tuvo que tener un antepasado neandertal muy cercano. No más allá, en efecto, de cuatro a seis generaciones atrás.
Ahora, los científicos esperan que el ADN de otros fósiles humanos anteriores a la extinción de los neandertales les ayuden a reconstruir con más detalle cómo fueron las relaciones entre las dos especies cuando ambas se encontraron.