MADRID, 16 oct (Xinhua) -- En vísperas de la visita del presidente chino, Xi Jinping, al Reino Unido del 19 al 23 próximos, expertos españoles destacaron que esta primera visita de un jefe de Estado chino en 10 años al país europeo abrirá un nuevo capítulo en los lazos bilaterales, especialmente en la cooperación financiera, y revitalizará los más de 40 años de relaciones China-Europa.
GRAN POTENCIAL DE COOPERACION FINANCIERA BEIJING-LONDRES
Durante las últimas décadas, el sector terciario del Reino Unido creció considerablemente y ahora produce cerca del 73 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el sector de servicios está dominado por los servicios financieros, especialmente bancos y aseguradoras.
El economista y profesor emérito de la Universidad de Económicas de Madrid, España, Federico Saenz de Santa María, dijo a Xinhua que la visita de Xi es de vital importancia.
La cooperación financiera, aseguró, ocupará un lugar preeminente para consolidar los acuerdos de mejora en las conexiones de las bolsas chinas (Shanghai y Shenzhen), al recordar que la Bolsa de Londres es la más importante de Europa y en la actualidad lo primero que hacen los mercados en Europa es mirar los cierres de las bolsas chinas.
Subrayó que los dos países profundizarán en acuerdos sobre el comercio directo entre sus divisas "yuan-libra", para que Londres se convierta en un punto clave para las operaciones con el yuan o Renminbi (RMB) en Occidente, apoyando de forma consistente la internacionalización de la moneda china, aunque este punto, dijo, lo ve todavía muy verde para grandes avances a corto y medio plazos.
Reino Unido puede convertirse en el socio adecuado para desarrollar un papel efectivo en los asuntos relacionados con el acuerdo de inversión China-Unión Europea (UE), señaló, y añadió que lo mismo en el grupo G20.
También precisó que las economías china y británica se complementan en ambas direcciones, destacando la colaboración en tecnología (materiales avanzados, industria fotovoltaica, gas y petróleo, infraestructura, energía nuclear, ferrocarriles de alta velocidad y comercio bilateral de alta tecnología), entre otros.
Conforme a expertos de la agencia de consultas Delta Economics con sede en Londres, hay "un alto potencial de que se de un viraje en términos de divisas desde el dólar al yuan", previendo que el yuan se establezca como la segunda moneda mundial, después del dólar estadounidense.
COOPERACION BEIJING-LONDRES AYUDA A GENERAR NEGOCIOS ENTRE CHINA Y EUROZONA
Sobre la cooperación China-Reino Unido, el director del Observatorio de la Política China de España, Xulio Ríos, recordó que el Reino Unidos fue el primer país europeo en presentar su solicitud para ser miembro fundador del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), porque este simboliza el nuevo empuje de la región asiática y China, dotado de mecanismos tansformadores que trasladarán a otros órdenes el creciente peso global de las economías de la zona.
El BAII, indicó, supone una gran oportunidad de negocio para las empresas europeas, ya que 18 países europeos son ahora miembros de este banco.
También opinó que el BAII puede convertirse en una herramienta geoestratégica y es inseparable de otros proyectos como la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI (iniciativa conocida como "la Franja y la Ruta") que determinan el surgimiento de terceras capacidades para generar realidades económicas nuevas, no dependientes del influjo occidental y aún hegemónico.
El profesor catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, España, doctor Santiago Niño Becerra, declaró a Xinhua que aunque la libra esterlina no es parte del euro, Londres es el centro más poderoso de negociación de operaciones en euros, por lo que un acuerdo al respecto entre Beijing y Londres puede ser positivo para generar negocios entre China y eurozona.
El experto en economía español Juan Antonio Aguilar afirmó, por su parte, que hay una señal clarísima de que nada es igual ahora, las operaciones de los bancos regionales de desarrollo son fundamentales para comprender los alcances del poder blando.
China es en la actualidad el mayor socio comercial de más de 100 países y regiones, mientras que Estados Unidos lo es de menos de 80, agregó.
Hay que tener en cuenta que los proyectos de infraestructura representan un soporte clave para mantener altas tasas de crecimiento económico a largo plazo.
La acumulación capitalista a escala global se orienta cada vez más hacia el Este y el continente asiático requiere movilizar recursos para conectar las cadenas regionales con valor añadido, por ejemplo, a través de la "Nueva Ruta de la Seda", una franja económica que incluiría una extensa red de ferrocarriles de alcance continental que vinculará a China con Asia Central, Rusia, Europa y Medio Oriente.
Por otro lado, ante una natural desaceleración del crecimiento de la economía china por debajo del 8 por ciento y la creciente debilidad de la demanda externa por la crisis, el financiamiento de proyectos de infraestructura a través del BAII dotaría a la integración asiática de un empuje sin precedentes.
Según cifras de 2012, el comercio entre China y los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) alcanzó un récord de 400.000 millones de dólares. Indudablemente, en el camino de Beijing hacia el liderazgo económico mundial será necesario consolidar primero dicha condición en el plano regional.
RIESGOS DEL BAII
En cuanto a los riesgos del BAII, Juan Antonio Aguilar indicó que como señaló Kenneth Rogoff, execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en un reciente artículo, "probablemente el éxito más consistente de las entidades multilaterales de desarrollo haya sido el de hacer de bancos de 'conocimientos', al contribuir a compartir experiencias, procedimientos óptimos y conocimientos técnicos en las regiones".
"En cambio, sus mayores fracasos se han debido a la financiación de proyectos grandiosos que benefician a las élites existentes, pero no equilibran adecuadamente las prioridades medioambientales, sociales y de desarrollo", reza el artículo.
En general, hay una tendencia a sobreestimar los beneficios económicos de grandes proyectos de infraestructuras en países que padecen de una deficiente administración de los asuntos públicos y a subestimar los costos sociales a largo plazo del pago de los préstamos, aun cuando no se materialicen los ingresos prometidos. Evidentemente, el BAII puede correr ese riesgo si no realiza los análisis adecuados, acotó el experto.
La auténtica cuestión es la de qué clase de ayuda necesita Asia para desarrollarse. Quien haya trabajado en países en vías de desarrollo entiende que unas instituciones débiles y una administración deficiente son con frecuencia obstáculos mucho mayores que la falta de fondos y, por muy bueno que parezca un proyecto sobre el papel, la aplicación práctica es a menudo una experiencia que hace reflexionar, indicó.
Advirtió que los costos siempre exceden con mucho los cálculos iniciales y los planificadores con frecuencia subestiman enormemente las aptitudes y la financiación necesaria para garantizar el mantenimiento y las reparaciones. Este es un riesgo del que tienen que estar prevenidos los gestores del nuevo banco.
El profesor Niño-Becerra comentó que el mayor riesgo del BAII es "que no den confianza, por lo que su papel pase a ser secundario. Y la confianza no se da a través de la política, sino de actuaciones lógicas que supongan mejoras estructurales".
"La fase de los enfrentamientos, aunque sean incruentos ya ha pasado: la colaboración aporta más que la discusión. La tendencia, sigo pensando, apunta a la creación de una moneda de cuenta internacional formada por una cesta de las principales divisas, y ahí el BAII puede desempeñar un papel importante. Obsérvese que todas las economías desarrolladas son miembros del BAII o lo serán", apuntó.
Esto, sin duda, marca un punto de inflexión y demuestra que está emergiendo un nuevo orden mundial con varios actores. El tablero ha cambiado. El BAII marcará un antes y un después y sólo queda por ver qué tal se desarrollará. China se enfrenta a una gran responsabilidad histórica, afirmó Juan Antonio Aguilar.