La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue preocupada por la cada vez más deteriorada situación de salud en Taiz, Yemen, en donde más de 250.000 personas viven prácticamente sitiadas desde noviembre de 2015, dijo hoy en la conferencia de prensa cotidiana, el vocero de la ONU.
Los seis hospitales de la ciudad se han visto forzados a suspender parcialmente parte de sus servicios y están abrumados por el número de lesionados, pero las organizaciones humanitarias están batallando para proporcionar suministros médicos y quirúrgicos por causa de la inseguridad, dijo Stephane Dujarric, vocero del secretario general de la ONU.
Desde el 14 de diciembre de 2015 se impidió a cinco camiones de la OMS con suministros médicos y medicinas entrar a la ciudad. Tres de esos camiones llevan 500 tanques de oxígeno cruciales para los hospitales, dijo Dujarric.
La OMS ha exhortado a todas las partes en conflicto a permitir el traslado y la entrega seguros de la ayuda médica y humanitaria para todas las personas sin importar su ubicación.
En momentos de crisis es vital que las instalaciones médicas sigan funcionando y proporcionando a los necesitados un acceso ininterrumpido a atención médica vital, dijo el vocero.
Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por una coalición encabezada por Arabia Saudí, han estado combatiendo durante meses al movimiento rebelde houthi por el control de Taiz. La ciudad está bloqueada por los houthis desde marzo de 2015.