El nuevo Parlamento español surgido de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre se ha constituido este miércoles y, por primera vez desde la restauración democrática, no estará presidido por un miembro del partido ganador de los comicios, el Partido Popular (PP), ya que el cargo ha recaído en Patxi López, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Así, el socialista Patxi López fue elegido presidente del Congreso de los Diputados con los votos de su formación y de Ciudadanos y contó con la abstención del PP, que venció los comicios pero sin mayoría suficiente para imponerse por sí solo en las votaciones.
Este hecho deja un nuevo Parlamento caracterizado por ser el más plural de la democracia española y en el que se abren múltiples posibilidades de acuerdos a varias bandas. Además, en el hemiciclo se han sentado muchas caras nuevas y de él han desaparecido varios diputados históricos.
López, que se convierte en el décimo presidente del Congreso desde la restauración democrática, no logró la mayoría absoluta necesaria en la primera votación y tuvo que someterse a una segunda, en la que bastaba el respaldo de una mayoría simple. Contó con 130 votos, el número de diputados del PSOE y Ciudadanos.
Al margen de la presidencia de López, en la Mesa del Congreso el Partido Popular cuenta con tres puestos, mientras que PSOE, Ciudadanos y Podemos se quedan con dos cada uno.
La nueva legislatura, la undécima de la democracia española, arranca con la incógnita de cómo se formará gobierno y con el protagonismo de dos nuevos partidos: Podemos y Ciudadanos, que han entrado por primera vez al Congreso con 69 (contando con los obtenidos en las comunidades que se presentó en coalición con otros partidos) y 40 escaños, respectivamente.
En esta nueva legislatura el presidente en funciones, Mariano Rajoy, tratará de formar gobierno y para ello ha insistido en un Ejecutivo apoyado por el PP, Ciudadanos y el PSOE. Sin embargo, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha asegurado que no va a respaldar a Rajoy y, una vez que este sea incapaz de lograr la investidura, intentará lograr los apoyos suficientes para hacerse con el cargo.
No obstante, la gran mayoría de analistas consideran casi imposible que el socialista reúna los votos necesarios, lo que podría desembocar en una nuevas elecciones generales.
Mientras, hoy mismo el presidente en funciones ha reiterado su ofrecimiento a los partidos constitucionalistas (PSOE y Ciudadanos) para formar Gobierno, dado, dice, que en España se requieren en estos momentos "grandes acuerdos sobre los grandes temas para que duren cuatro años".
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, mantiene que se abstendrá para que gobierne la lista más votada y evitar elecciones, e insistió en que no apoyará un Ejecutivo del PSOE aliado con partidos que considera radicales, según explicó hoy.
Lo que sí está claro es que se ha alterado la realidad del bipartidismo imperfecto español, encarnado durante años por PP y PSOE, aunque estos grupos se mantienen a la cabeza con 123 y 90 diputados, respectivamente, de los 350 que forman la Cámara baja.
El nuevo Congreso nace con la presión de lograr una mayoría de gobierno ante el reto independentista de Cataluña y sobre todo, para evitar la incertidumbre política en España que, según analistas, puede llevar inestabilidad a los mercados.
Los comicios de diciembre pasado dieron lugar a un Congreso con 11 formaciones políticas, pero que en el que destacan cuatro partidos principales: PP (123 escaños), PSOE (90), Podemos (izquierda, 69) y Ciudadanos (centro liberal, 40), algo que nunca había ocurrido en la política española.
También ha quedado constituida la Cámara alta del sistema parlamentario español, el Senado, donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta y cuyo presidente es Pío García-Escudero, que repite en el cargo
En el Senado el PP domina con 144 parlamentarios de los 266 totales, mientras que los socialistas tienen 47 escaños, luego Podemos entra con siete senadores y Ciudadanos no logró representación.
A diferencia de otras legislaturas, esta vez la Cámara alta será un órgano legislativo muy importante ya que la mayoría del PP puede dificultar el trámite de las leyes anteriormente aprobadas en el Congreso, en caso de que se configure una mayoría alternativa a los conservadores.