NUEVA YORK, 15 mar (Xinhua) -- China puede alcanzar su objetivo de crecimiento económico para este año, situado entre un 6,5 y un 7 por ciento, ya que el Gobierno ha decidido implementar aún más reformas estructurales, según expertos estadounidenses.
"Establecer un rango para el objetivo (en lugar de una cifra concreta) tiene mucho más sentido para China en estos momentos, porque su economía es más grande y mucho más compleja de lo que era", explicó la profesora adjunta de finanzas y economía en la Universidad de Nueva York Ann Lee, en una reciente entrevista con Xinhua.
El primer ministro chino, Li Keqiang, anunció el rango de crecimiento establecido como meta en su informe de la labor del Gobierno, presentando a principios de este mes en la reunión de apertura de la cuarta sesión de la XII Asamblea Popular Nacional (APN).
El máximo órgano de asesoría política, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), celebró su sesión anual al mismo tiempo, aproximadamente, que la sesión de la APN.
El objetivo de crecimiento económico está en línea con la meta de China de completar la construcción de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, y toma en consideración la necesidad de avanzar en las reformas estructurales, apuntó Li.
Se trata de la primera vez en dos décadas que China adopta un rango como su meta de crecimiento económico, en lugar de un número específico.
La economía china, que se enfrenta a una notable presión a la baja en el contexto de un reajuste estructural, creció un 6,9 por ciento en 2015 con respecto al ejercicio anterior, la tasa más baja en más de dos décadas pero, aún así, es la envidia de la mayoría de las economías del mundo.
"Es muy natural para un economía del tamaño de China ver tasas de crecimiento porcentual decrecientes", afirmó el director gerente de la consultoría financiera estadounidense Krane Shares, Brendan Ahern.
En declaraciones a Xinhua este martes, Ahern explicó que "el valor del PIB chino alcanzó su máximo de todos los tiempos en 2015 y hará lo mismo en 2016".
De acuerdo con los datos publicados por el Buró Nacional de Estadísticas del país asiático, el consumo supuso el 66,4 por ciento del crecimiento del PIB chino en 2015, el nivel más elevado desde 2001. Al tiempo, el sector servicios sumó el 50,5 por ciento del PIB, 10 puntos más que la industria manufacturera.
Estos datos han demostrado que la transformación económica china se encuentra en una vía rápida. La segunda mayor economía mundial está ahora pasando de un modelo que se basa en las manufacturas de trabajo intensivo para la exportación a otro basado en la innovación, el sector servicios y el consumo privado.
Lee apuntó que los objetivos de crecimiento fijados para este año son alcanzables porque que los responsables políticos cuentan con muchas palancas monetarias y fiscales a su disposición, y "los continuos esfuerzos de reforma (de China) también serán una gran fuente de trabajo y crecimiento".
En el informe de trabajo del Gobierno, el premier Li reafirmó la importancia de la reforma estructural centrada en la oferta, una noción popular propuesta el noviembre pasado por los encargados de formular políticas como el último remedio para los males económicos causados por el vertiginoso crecimiento de los últimos lustros.
La reforma por el lado de la oferta destaca las medidas dirigidas a reducir la oferta ineficaz y de gama baja, y fortalecerá la productividad con la ampliación de la oferta de gama media y alta.
"La reforma por la parte de la oferta se centra en los sectores económicos más afectados por la débil recuperación económica global, tales como el acero, el carbón y el aluminio", dijo Ahern.
"Estos sectores se enfrentan actualmente con el exceso de capacidad, aunque es bueno ver que el asunto ha sido identificado y se ha implementado un plan para abordarlo", agregó.
Además de solucionar el exceso de capacidad de las industrias tradicionales, los responsables políticos chinos también resaltaron el apoyo a la innovación y las iniciativas empresariales en el informe del Gobierno.
Michael Spence, ganador del Premio Nobel Conmemorativo de Economía 2001, escribió en un artículo publicado el 1 de marzo por el Consejo de Relaciones Extranjeras que "las empresas privadas altamente innovadoras y dinámicas están promoviendo el crecimiento en China (...) Estas innovaciones se están dando en un amplio rango de campos, desde la biotecnología a la energía renovable".
"La realidad es que la transición de China a una economía más innovadora e impulsada por los consumidores está avanzando", escribió Spence, que también es investigador superior de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford.
"Es posible que persista el actual episodio de volatilidad económica de China (...) Sumando el uso inteligente de los recursos del Estado junto a reformas con pie firme, China debe ser capaz de lograr un crecimiento moderado, pero sostenible a largo plazo", concluyó.