Un australiano despierta de un coma y sólo puede hablar chino mandarín |
Fuente:agencias
Australia,23/03/2016(El Pueblo en Línea)-Ben McMahon es australiano y habla chino mandarín a la perfección. Incluso presenta su propio programa de televisión en ese idioma.Pero no siempre fue así. Un accidente de auto cambió para siempre la vida de Ben, quien despertó del coma hablando perfecto mandarín (y sin poder expresarse en su lengua materna).Y las razones detrás de su dominio del chino son bastante dramáticas: un accidente de auto.El joven, que ahora tiene 24 años, había estudiado el idioma en la escuela, pero nunca lo llegó a hablar con fluidez.
Aunque no sabemos exactamente qué pasó en el cerebro de Ben después del accidente, sí sabemos que estaba sentado en el lado izquierdo del auto cuando ocurrió.Y sufrió daños en el lado izquierdo de su cabeza, especialmente en el lóbulo frontal.
El lugar exacto del cerebro donde se desarrolla nuestra capacidad para aprender idiomas todavía es un misterio, pero el área que normalmente se asocia con el lenguaje es el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo, conocida como el área de Broca.De acuerdo con los científicos, si se producen ciertas lesiones, diferentes partes del cerebro humano pueden asumir la responsabilidad de otras.En algunos casos, como enfermedades o accidentes, el cerebro sufre una confusión que provoca daños inesperados, como es el caso del síndrome del idioma extranjero.
La capacidad inconsciente de intercambiar idiomas de esa forma se conoce en neurolingüística como afasia bilingüe.
En 2010, hubo un caso muy parecido de una joven croata de 13 años, que despertó de un coma hablando alemán, incapaz de recordar cómo expresarse en su croata natal.Al igual que Ben, había estudiado alemán en la escuela pero nunca lo llegó a hablar con fluidez.
Por lo visto, el accidente de auto desbloqueó de forma permanente su capacidad de hablar con fluidez el segundo idioma. Y cambió su vida para siempre.De hecho, acaba de encontrar pareja, una joven australiana -de origen chino-.Tal vez -al menos en lo que respecta al idioma- Ben encontró su media naraja.