La comisión especial del Senado de Brasil que analizó la petición de "impeachment" (juicio político) contra la presidenta Dilma Rousseff, aprobó hoy pasar al plenario de la cámara alta la votación que puede acabar con la destitución de la mandataria.
Con 15 votos a favor y cinco en contra, la comisión conformada por 20 miembros más el presidente del Senado (que tiene voto decisivo en caso de empate), pasará la votación al plenario para la apertura de un juicio contra Rousseff, la cual se realizará el miércoles 11 de abril.
De las 15 formaciones presentes en la comisión, (21 miembros y otros 21 suplentes), 12 se pronunciaron a favor de aprobar el informe del instructor Antonio Anastasia para la apertura de un juicio con miras a la destitución a Dilma Rousseff.
Sólo el Partido de los Trabajadores (PT, el mismo de Rousseff) y los partidos Comunista do Brasil (PCdoB) y Democrático Laborista (PDT), dos de las formaciones que mantienen su apoyo a la presidenta, mostraron su oposición al texto.
La votación de la comisión especial estuvo marcada por los insultos y la tensión entre los partidarios del juicio y los contrarios.
La senadora del PT, Gleisi Hoffmann, pidió la anulación del proceso al alegar que éste fue iniciado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, opositor a Rousseff, quien fue suspendido de su cargo y mandato el jueves por el Tribunal Supremo debido a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Rousseff fue denunciada por supuestas irregularidades fiscales en 2014 y 2015, conocidas como "pedaladas fiscales", para maquillar los balances económicos de su gobierno.
La oposición consideró que esas maniobras violaron numerosos artículos de la Constitución y de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que regula el uso del dinero público.
Con la aprobación de la comisión especial, el caso pasa ahora a manos del plenario del Senado, conformado por 81 senadores.
Si una mayoría simple de los 41 senadores aprueba abrir un juicio contra la jefa de Estado, Rousseff será apartada durante 180 días del cargo, mientras se juzgan las denuncias por irregularidades fiscales contra ella.
Durante este periodo será sustituida por el vicepresidente brasileño Michel Temer, quien puede completar el mandato que vence el 1 de enero de 2019, en caso de que el Senado decida destituir a Dilma Rousseff.