Cuba fue durante décadas el principal destino turístico de los viajeros norteamericanos, quienes antes de 1959 disfrutaban las bondades y atractivos naturales que hacen hoy de la isla un lugar de ineludible visita en el Caribe.
Sin embargo, la tozudez política del gobierno de Estados Unidos alejó a sus ciudadanos de esta nación y aún hoy, a pesar de las medidas adoptadas por el presidente Barack Obama para abonar el camino hacia la normalización de los vínculos bilaterales, hacer turismo en Cuba no les está permitido a los norteamericanos.
Continúa vigente la legislación que prohíbe a los ciudadanos del país norteño visitar a modo de vacacionistas La Habana, pero se ampliaron a 12 las categorías autorizadas por la Casa Blanca para viajar a la Mayor de las Antillas.
Un nuevo escenario se presenta entonces en la actualidad, por lo que empresarios de ambas partes trabajan para coordinar acciones en conjunto que brinden respuesta a la creciente demanda.
Según informó recientemente el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, en 2015 llegaron a la isla 161.233 estadounidenses, superior en un 76 por ciento a lo registrado en 2014 y 390.000 cubano-americanos.
El titular también subrayó que durante estos primeros meses del año ya han arribado a la Mayor de las Antillas 94.000 ciudadanos norteamericanos, cifra que representa un crecimiento del 96 por ciento en comparación con igual período de 2015.
De ahí que los 200 empresarios de ese país presentes en la 36 Feria Internacional de Turismo, FitCuba 2016 (3 al 7 de mayo), expresen su intención por establecer nuevos acuerdos beneficiosos para todos.
"Después del restablecimiento de relaciones, ha sido impresionante el crecimiento de solicitudes y reservas que hemos realizado. Siempre ha habido un interés por Cuba, ha sido por muchos años la fruta prohibida pero lamentablemente las regulaciones que aún persisten han frenado ese flujo de pasajeros", comentó a Xinhua, Pedro Sanfield.
El representante de Cuba Travel Services, charteadora y agencia de viajes de Estados Unidos cuya relación con la isla data de 1999, manifestó además que los indicadores van en alza y todos se están preparando para enfrentar la "avalancha" que se avecina.
Sin embargo, advirtió que la cantidad de visitantes no alcanzará aún su tope máximo debido a que no están garantizadas todas las condiciones en la nación caribeña para recibir a los millones de norteamericanos que desean viajar a La Habana, sobre todo desde el punto de vista de infraestructura.
Para Carlos Trujillo, vicepresidente de Cuba Max Travel, agencia de viajes de Miami, las inversiones en esta área deben incluir la ampliación de los aeropuertos y la construcción no sólo de hoteles sino del resto de las instalaciones que precisa el sector.
Aún más cuando, según su criterio, antes de que Obama termine su segundo periodo presidencial a finales de este año, el turismo será otra de las categorías autorizadas por el gobierno de Estados Unidos para permitir a sus ciudadanos viajar a la isla.
"Eso va a ser un dinamizador de este proceso, porque en la actualidad las limitaciones del gobierno norteamericano frenan a muchas personas, pero cuando la palabra turismo se pueda expresar por sí sola, va a cambiar todo", puntualizó.
Por su parte, Jim Friedlander, presidente de Academic Arrangements Abroad, agencia de viajes de Nueva York, compartió también sus impresiones con Xinhua.
A su juicio, en un lapso de 10 años, más de 7 millones de turistas norteamericanos optarán por el destino Cuba para disfrutar sus vacaciones, lo cual constituye un reto para las autoridades locales del sector.
"En la actualidad, Cuba no tiene la infraestructura para soportar esta demanda, se requieren millonarias inversiones. Eso va a venir con el tiempo pero aún no están listos para recibir a todos los norteamericanos que quieren venir y que sólo los detiene las restricciones de la Casa Blanca", reconoció.
En respuesta a esta preocupación, el ministro de Turismo local anunció que se implementa una estrategia para mejorar y ampliar la planta hotelera del país, lo cual ha permitido incorporar anualmente 2.500 nuevas habitaciones, y con las inversiones en marcha se espera duplicar esa cifra en el futuro cercano.
Marrero destacó de igual forma que en el empeño por diversificar el producto turístico cubano y renovar sus instalaciones a partir de la alianza con inversionistas extranjeros, la cartera de negocios del sector contempla 126 propuestas.
Mientras, 23 nuevos proyectos se encuentran hoy en proceso de ejecución a partir de la conformación de 27 empresas mixtas y la firma de 76 contratos de administración y comercialización con 17 cadenas hoteleras, las más recientes de ellas las norteamericanas Marriott y Starwood Hotels & Resorts.
Para incrementar sus capacidades de alojamiento, el país impulsa además la asociación entre la oferta estatal y la privada, sector donde se registran 16 mil viviendas con servicios de hospedaje y más de mil 700 restaurantes, mejor conocidos como paladares.
El presidente de Academic Arrangements Abroad, agencia responsable de propiciar la llegada a la isla de celebridades estadounidenses como los cantantes Beyonce y Jay Z, expresó asimismo otra preocupación.
Para Friedlander, más allá de los retos inversionistas que encontrarán una pronta solución, el mayor desafío radica en la preservación de la arquitectura, la idiosincrasia y la autenticidad que distingue a la nación caribeña.
"La razón por la cual las personas vienen es por la cultura, no nos gustaría ver por ejemplo un Mc Donalds en la Plaza Vieja de La Habana. Ese es mi trabajo como agencia de viajes, traer a norteamericanos a Cuba para que aprecien al país y a su gente, y ayuden no a dañarlo sino a cuidarlo tal cual es", afirmó.
A todo lo anterior se añade la llegada de cruceros a la isla, como el "Adonia" de Fathom, filial de Carnival, que ancló en el puerto capitalino el pasado lunes y se convirtió en la primera embarcación estadounidense en arribar a Cuba en los últimos 57 años.
Los directivos de Carnival, el mayor operador de cruceros del mundo, han solicitado ampliar sus rutas entre la nación caribeña y la ciudad de Miami para la temporada 2016-2017.
Al mismo tiempo, Royal Caribbean, su principal competidor, ya ha solicitado a las autoridades cubanas operar 72 escalas entre La Habana y Miami entre diciembre de este año y abril del próximo.
Para este 2016 se prevé que 3 millones 850.000 visitantes foráneos lleguen a la isla, dentro de ellos los ciudadanos estadounidenses que ya ocupan la tercera posición en la lista de mercados emisores.