El presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, rechazó hoy la anulación anunciada por el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, de la votación en la se optó por pasar el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff a la Cámara Alta, y mantuvo la decisiva votación prevista para el miércoles.
"Es una decisión intempestiva", dijo Calheiros, para quien "no tiene ninguna cabida" la decisión de Maranhao de anular la votación y por ello "no puede ser aceptada".
"Aceptar esta broma con la democracia sería quedarme personalmente comprometido con el atraso del proceso", y al final, no cabe al presidente del Senado decir si el proceso es justo o injusto; es decisión del plenario, del conjunto de los senadores", afirmó Calheiros.
El presidente de la Cámara Alta dijo que no reconoce el oficio de la Cámara de Diputados que anula el proceso de "impeachment" a la mandataria Dilma Rousseff.
Recalcó que el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas, pasando por varias etapas previas en el proceso, con casi 70 horas de trabajo de la comisión especial que aprobó llevar al plenario la votación.
La decisión de Maranhao de anular la votación en la Cámara Baja se ha producido a 48 horas de que el Senado vote si abre un juicio con miras a la destitución de Rousseff.
Si el pleno del Senado vota por una mayoría simple de sus 81 miembros iniciar el juicio, Rousseff sería separada del cargo durante los 180 días que pudiera durar el juicio, y sería reemplazada interinamente por el vicepresidente Michel Temer, que acabaría el mandato, que vence el 1 de enero de 2019, si la Cámara Alta opta finalmente por destituir a la mandataria.