Una división cada vez más profunda al interior del Partido Demócrata entre la favorita Hillary Clinton y su rival Bernie Sanders podría resultar problemática para Clinton en su carrera hacia la Casa Blanca.
Los ánimos se caldearon esta semana luego de que algunos de los simpatizantes del senador Sanders lanzaron sillas durante la Convención Demócrata de Nevada y más tarde lanzaron amenazas de muerte en Internet contra la presidenta demócrata de Nevada, Roberta Lange.
Esto mostró la cada vez más profunda división en el Partido Demócrata entre los simpatizantes de Clinton y los de Sanders.
"Las cosas se han puesto feas al interior del Partido Demócrata", dijo a Xinhua Darrell West de la Brookings Institution.
Los delegados de Sanders están amenazando con afectar la Convención Nacional Demócrata que se realizará en el verano en Filadelfia, Pensilvania, a menos que se adopten nuevas reglas de selección.
"Esto haría a la convención demócrata más revoltosa que la republicana, lo cual podría resultar problemático para Clinton en el otoño", dijo West.
Algunos analistas señalan que el hecho de que Sanders, hace apenas unos meses un desconocido en el partido, esté generando tantas dificultades para Clinton dice mucho de la fuerza de la ex secretaria de Estado como candidata.
Aunque la marca Clinton es conocida en todo el mundo, a muchos estadounidenses no les gusta la ex primera dama y sus críticos la describen como una candidata débil que está teniendo dificultades para galvanizar a su partido.
Clinton tiene un nivel de índices negativos elevado (el índice que cuantifica el disgusto del público con un candidato) y el virtual nominado republicano Donald Trump tiene un nivel ligeramente más alto.
Los analistas señalan que la mejor opción de Clinton para unificar su partido es convertir a Trump en el enemigo común.
"La mejor opción de Clinton es Trump. La retórica disgregadora del magnate une a los demócratas y ayudará a Clinton y a Sanders a superar sus diferencias", dijo West.
Aunque aún es probable que Clinton obtenga la nominación de su partido, Sanders usará su vínculo con la gente para influir sobre ella y obtener concesiones pues Sanders desea cambios en políticas y en las reglas del partido.
Sanders está aprovechando la ola de un fuerte fervor contra el poder establecido en Estados Unidos. Millones de estadounidenses siguen sintiendo los efectos de la crisis económica de 2008, siete años después de supuestamente haberse recuperado.
La generación del milenio siente el peso de la debilidad económica y este grupo constituye el principal bloque de apoyo para Sanders.
Aunque Sanders fue descalificado hace algunos meses por los expertos, los columnistas y la élite de Washington, el senador ha demostrado ser un fuerte competidor de la celebridad internacional de Hillary Clinton.
"Ha sido sorprendentemente difícil para Clinton deshacerse de Sanders, quien tiene un gran apoyo en las bases del partido, sobre todo entre los jóvenes. Ella tiene que desempeñarse mucho mejor con ese grupo para poder ganar en noviembre", dijo West sobre la elección general.