A pocos días de cumplirse un año de su cierre, los gobiernos de Colombia y Venezuela acordaron iniciar este 13 de agosto la apertura "controlada, ordenada y gradual" de la frontera entre los dos países, con lo que surge una nueva etapa en las relaciones diplomáticas bilaterales.
Esta medida, anunciada el pasado jueves por los mandatarios venezolano, Nicolás Maduro, y colombiano, Juan Manuel Santos, significa una decisión de mucha trascendencia para los ciudadanos de ambos países que requieren desplazarse por diferentes motivos.
Para este comienzo fueron habilitados cinco puntos transitorios, específicamente en las localidades venezolanas San Antonio y Boca del Grita, del estado Táchira (oeste); Paraguachón, Zulia (oeste); Puente Páez, Apure (sur) y Puerto Ayacucho, Amazonas (sur).
El presidente Juan Manuel Santos aclaró desde la ciudad venezolana de Puerto Ordaz, estado Bolívar (sur), que "se va a expedir un documento de facilitación fronteriza para que los habitantes de la frontera tengan las facilidades, pero también para controlar quién entra y quién sale".
A juicio del director de la Asociación Civil de Colombianos y Colombianas en Venezuela, Juan Carlos Tanus, la reapertura gradual del límite fronterizo "realmente significa un paso de mucha trascendencia (y) de mucha importancia para ambos pueblos".
"Para los colombianos que estamos en Venezuela es mucho más relevante, toda vez que hemos sido víctimas de esos motivos por los cuales se cerró la frontera", indicó Tanus en entrevista con Xinhua, al referirse a los flagelos del contrabando y el paramilitarismo.
Sostuvo que el cierre, aplicado desde el 19 de agosto de 2015, "debe terminar de extirpar la condición delictual que se ha desarrollado en la frontera", y agregó que la apertura debe generar "una transformación planteada en los valores, en una sociedad que busca equilibrio y que trabaja la justicia".
La nueva medida también es recibida con beneplácito por algunos representantes de la oposición venezolana, quienes aseguran que contribuirá a resarcir los efectos negativos que ha generado la crisis económica en esta nación suramericana, agobiada por la escasez de alimentos y medicinas.
En ese sentido, la alcaldesa opositora del municipio San Cristóbal, del fronterizo estado Táchira, Patricia Ceballos, celebró "que esto ocurra porque estoy segura de que esta apertura de la frontera ayudará a (revertir) la grave crisis que tenemos los venezolanos".
"Ante la situación, el gobierno se ha visto en la necesidad de permitir el paso de la frontera para mitigar un poco y palear la crisis", dijo Ceballos durante una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNN en Español, al tiempo que sugirió investigar a profundidad lo que ocurre en la zona.
Recordó el tránsito temporal que aprobó Maduro los días 10, 16 y 17 de julio, momentos en los que unos 130.000 venezolanos cruzaron a Cúcuta (este colombiano) para comprar productos de primera necesidad que no se encuentran fácilmente en el país caribeño.
Con el acuerdo anunciado el jueves se permitirá inicialmente sólo el cruce peatonal de forma continua entre las 5:00 y las 20:00 hora local (de 10:00 a 01:00 GMT) de Colombia, 6:00 horas y 21:00 hora local (de 10:00 a 01:00 GMT) de Venezuela.
Posteriormente, se sumarán otros elementos que Santos y Maduro discutieron durante el encuentro, entre ellos el tema de la seguridad, para el cual fue creado el Centro Binacional para la Lucha Contra el Crimen Internacional, a fin de erradicar el contrabando y el narcotráfico.
Otro asunto priorizado es el tema de la salud que, a través del Comité Técnico Binacional de Salud y Saneamiento, se propone emprender una lucha contra la falsificación y contrabando de insumos médicos.
A esos se unen los aspectos comercial, bajo el cual programan realizar un intercambio continuo de información aduanera; de energía, con miras a evaluar el suministro de gasolina y gas de Venezuela hacia Colombia; transporte, para abrir gradualmente el paso vehicular; y finalmente, el tema deportivo.
Para el neogranadino Juan Carlos Tanus, también promotor del Movimiento Bolivariano de Colombianos y Colombianas por la Paz, el tema de la seguridad es primordial, ya que "los elementos objetivos y subjetivos que dieron origen al cierre de la frontera no han desaparecido en su totalidad".
Es importante recordar que, en agosto de 2015, el presidente Maduro ordenó el cierre de la frontera binacional, que comprende 2.219 kilómetros, tras denunciar un presunto ataque paramilitar a una patrulla venezolana que dejó tres efectivos militares heridos.
Esta medida estuvo acompañada de decretos de estado de excepción en más de 20 municipalidades, en principio del estado Táchira, pero consecutivamente se ampliaron hasta otros estados como Zulia (occidente) Amazonas (sur) y Apure (centro-occidente).
Como resultado, unos 20.000 colombianos residenciados ilegalmente en la frontera habrían sido deportados de Venezuela, según informó la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Durante el proceso de revisión que efectuaron los efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el territorio, fueron decomisadas más de 19.185 toneladas de alimentos y combustible que tenían como finalidad ser extraídos para su reventa en Colombia.
A pesar de que esos problemas no han desaparecido en su totalidad, las administraciones de Caracas y Bogotá decidieron iniciar la "apertura gradual y controlada" de la frontera, lo que a juicio de Tanus evidencia la "buena voluntad" que tienen ambos mandatarios sobre la situación.
El activista colombiano precisó que durante la implementación de la medida especial de cierre se produjo el "debilitamiento" del paramilitarismo, el contrabando de extracción y se redujo considerablemente el número de asesinatos que se cometían continuamente en el límite territorial.
"Pero también hemos encontrado cifras muy interesantes que se presentan frente a delitos como secuestro, el robo y el hurto. Encontramos que hay reducciones en este tipo de delitos, y eso es favorable. Eso significa que hay un resultado muy importante en términos de cierre de frontera", añadió.
Por otra parte, Juan Carlos Tanus enfatizó la necesidad de que el gobierno de Maduro impulse una legislación fronteriza concreta para atender esta nueva etapa que, además, destacará por el período postconflicto en Colombia.
"Todavía le faltaría a Venezuela trabajar una ley fronteriza con miras al postconflicto colombiano, el cual va a dejar unos 560.000 hombres de las fuerzas armadas colombianas sin trabajo, porque se va a acabar la guerra, entre comillas", afirmó.
Sobre el tema económico, dijo que "debe ser mayor orientado y coordinado", por lo que instó a convocar a los movimientos sociales del país caribeño para debatir en torno a los elementos que conllevarán a la efectiva construcción de la economía suramericana.