El Gobierno brasileño no contempla un aumento de los impuestos a corto plazo para equilibrar las cuentas públicas, informaron hoy fuentes oficiales.
"La carga tributaria brasileña es una de las mayores del mundo. En el caso de que haya una absoluta necesidad de aumentar impuestos, seremos llevados a proponer esto al Congreso (...) pero no es el camino para resolver el problema de forma definitiva", aseguró hoy el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles.
"No está siendo considerado en el momento un aumento de los impuestos, pero no lo debemos descartar en el futuro. No es el camino para solucionar el problema a largo plazo", reiteró Meirelles.
No obstante, el ministro alertó que "si es necesario, sí que en cualquier momento puede haber un aumento de impuestos".
El Gobierno brasileño debe presentar, en los próximos días, su propuesta de presupuesto para 2017, donde se espera un déficit primario (gastos por encima de los ingresos con impuestos, sin contar los intereses de la deuda pública) de hasta 139.000 millones de reales (unos 43.000 millones de dólares).
Este déficit, sería el segundo mayor desde 1997 pero inferior al déficit de 170.500 millones de reales (unos 53.000 millones de dólares) previstos para este año.
De confirmarse las previsiones para 2017, sería el cuarto año seguido en que el déficit público es negativo.
Brasil vive la peor recesión económica de su historia, tras contraerse su economía en un 3,8 por ciento en 2015 y la previsión de que lo haga en un 3,2 por ciento este año, junto al aumento del desempleo, de la inflación y una tasa de interés del 14,25 por ciento, la más alta en una década.
La caída de la actividad económica ha provocado un descenso en la recaudación de dinero por parte del Gobierno, por lo que desde hace meses se especula que aumentará los impuestos como medida para intentar sanear las cuentas públicas.