Científicos brasileños descartaron que el mosquito común o zancudo (Culex) transmita el virus zika, tal y como se aseguró en un estudio previo, según datos difundidos por una publicación especializada y citados hoy por la prensa local.
Científicos del estatal Instituto Oswaldo Cruz (IOC) de Brasil y del Instituto Pasteur de París, Francia, analizaron 1.600 mosquitos recogidos en cuatro diferentes regiones de Río de Janeiro, la mitad del tipo Culex y la otra mitad "Aedes aegypti", para determinar cuáles pueden transmitir el virus.
Los resultados del estudio fueron divulgados en la última edición de la revista científica "PLoS" ("Public Library of Science") "Neglected Tropical Diseases".
Ninguno de los mosquitos del tipo Clulex capturado resultó ser portador del virus zika, mientras que posteriormente, los científicos mezclaron los mosquitos de los dos grupos, que fueron alimentados y contaminados con sangre que contenía el virus.
Ninguno de los mosquitos Culex resultó infectado del virus, mientras que al menos 80 por ciento de los mosquito "Aedes aegypti" se convirtieron en portadores del zika con una gran cantidad de virus en la saliva.
"Examinamos la saliva del mosquito común para ver si detectábamos el virus vivo en ella y no encontramos zika. Esto nos convenció de que este mosquito no es capaz de transmitirlo", explicó durante una rueda de prensa en Río de Janeiro el médico veterinario Ricardo Lourenco, investigador del IOC y coordinador del proyecto.
Con el descubrimiento, los esfuerzos e investigaciones científicas se centrarán en el combate al mosquito "Aedes aegypti".
El estudio contradice otro que realizó la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, en el que los investigadores dijeron haber hallado el virus zika en las glándulas salivales del mosquito común, aunque aclaró que no pudo concluir si el Culex era o no transmisor de la enfermedad.
Brasil es uno de los países más afectados por el virus zika y su relación al aumento de microcefalia en recién nacidos, ante lo cual el gobierno declaró el estado de emergencia sanitaria a finales del año pasado.
En los últimos meses, sin embargo, el número de nuevos contagios en Brasil se redujo de manera significativa gracias a que las condiciones climáticas en el invierno austral -del 21 de junio al 21 de septiembre- no favorecen la reproducción del mosquito "Aedes aegypti".