FUZHOU, China, 20 sep (Xinhua) -- Ma Li aplica con un pincel una capa de tinta sobre una plancha de madera que tiene tallados 34 caracteres chinos, extiende encima de la madera una hoja de papel y luego la frota con un pincel seco.
Ma está trabajando en una reproducción del "Prefacio del Pabellón de las Orquídeas", una pieza de caligrafía china creada por Wang Xizhi, un antiguo maestro que vivió hace cerca de 2.000 años.
"Estoy tratando de utilizar las técnicas de impresión y materiales antiguos para reproducir el encanto de la caligrafía china", comentó Ma. "He vendido más de 5.000 copias este año".
Ma, de 32 años de edad, es uno de los grabadores reconocidos por el gobierno provincial en Sibao, una localidad montañosa remota en el distrito de Liancheng de la provincia de Fujian, este de China. La localidad era considerada como uno de los cuatro principales centros de grabado de China durante las dinastías Ming y Qing.
"Sibao tiene una historia de más de 300 años en la técnica de grabado", dijo el jefe del Partido Comunista de China en la localidad, Qiu Qingsheng. "Pero más importante es que se trata del único de los centros de impresión antiguos de China que ha sobrevivido; aún se preservan adecuadamente 34 viejas casas de impresión".
La tecnología de impresión es reconocida como uno de los cuatro grandes inventos de la antigua China. De acuerdo con crónicas locales, 1.200 personas o cerca de 60 por ciento de la población de Sibao solía trabajar en más de 100 casas de impresión.
Sibao publicó más de 1.000 libros, los cuales se vendieron en 13 provincias sureñas e incluso fueron exportados a Asia del sudeste a través de la Ruta de la Seda Marítima.
La Sala de Exposiciones de Grabado de Sibao refleja la gloria pasada de la industria de impresión de libros del poblado.
Los 400 volúmenes gastados por el tiempo incluyen un libro que combina el "Romance de los Tres Reinos" y los "Bandidos del Pantano", y una edición de bolsillo de los "Analectos de Confucio", usada para hacer trampa en los exámenes imperiales.
En exhibición también se encuentran trajes tradicionales usados por mujeres locales que trabajaban en la industria del grabado. Los vestidos tienen mangas que podían quitarse para trabajar en la impresión y que se volvían a colocar durante el tiempo de descanso.
A partir de mediados del siglo XIX, la técnica de grabado de Sibao empezó a decaer debido a la competencia de la tecnología occidental más avanzada y eficiente. En 1942 se cerró la última casa de impresión en Sibao.
"La tradición difícilmente desaparece", dijo Qiu. "El olor de la tinta nunca ha abandonado a Sibao. Conforme pasa el tiempo, cada vez más gente ha empezado a apreciar su valiosa herencia cultural".
Las 34 antiguas casas de impresión existentes, que alguna vez albergaron a las familias de los propietarios y funcionaron como talleres, han sido declaradas reliquias culturales bajo protección de nivel estatal. En los años recientes, el gobierno ha empezado a dar mantenimiento a esos inmuebles deteriorados.
La Casa Linlan, de 156 años de antigüedad y con un área de 5.600 metros cuadrados, ha sido remodelada para que recupere su magnífica apariencia original. Sin embargo, no ha recobrado su esplendor pasado.
"Hemos tratado de conservar estos tesoros nacionales", declaró Qiu. "Una vez que quede terminada la remodelación, dos de las casas serán utilizadas para dar a conocer el proceso completo de grabado".
La medida clave en el proceso es tallar los caracteres en planchas de madera. Durante cientos de años, estas planchas talladas eran el principal activo que era heredado de generación en generación entre las grandes familias de Sibao.
Desafortunadamente, con el declive del negocio de impresión de Sibao, las planchas de madera talladas restantes se han vuelto cada vez más raras. Durante la Revolución Cultural (1966-1976), incluso fueron quemadas hasta quedar hechas cenizas o cortadas para convertirlas en una gran cantidad de pistolas de juguete.
"Hace 20 ó 30 años podían comprarse planchas de madera como éstas en sólo un yuan (15 centavos de dólar)", declaró Ma mientras sostenía una de tamaño pequeño. "Hace unos días, tuve que convencer a un amigo de que me vendiera ésta, y el precio fue de 4.000 yuanes".
"Puede observarse la fineza con que están cortados estos caracteres", dijo Ma. "Tenemos que aprender de nuestros antepasados".
Ma, quien nació en Sibao, se enamoró de las planchas de madera y de sus historias desde que era niño. Después de graduarse de la secundaria, aprendió el tallado de madera en el distrito de Xianyou de Fujian y en la ciudad de Dongyan en Zhejiang.
"Durante años, tuve que hacer tallado de madera y de raíces para respaldar mi investigación sobre impresión de planchas de madera", declaró Ma. "Pero ahora estoy seguro de poder obtener ganancias produciendo obras de arte especiales a través de la técnica de grabado manual.
Además de imprimir el "Prefacio del Pabellón de Orquídeas", Ma y su equipo planean producir un libro de más de 6.000 caracteres de epigramas antiguos, el "Zeng Guan Xian Wen", para fines de año.
"Hemos estado tallando las planchas de madera del libro durante medio año y necesitamos otros tres meses para terminarlo", indicó Ma. "Éste será mi primer libro impreso con planchas de madera hechas por mí mismo".
El libro será el primero en ser impreso de una nueva plancha de madera en Sibao en 75 años.