BEIJING, 22 sep (Xinhua) -- La fusión de dos de las principales acerías de China, el Grupo Baosteel y el Grupo de Hierro y Acero de Wuhan, ha sido aprobada hoy jueves por el Consejo de Estado (gabinete de China) y la Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales, en un esfuerzo por recortar el exceso de capacidad.
El Grupo Baosteel, con sede en Shanghai y que es la segunda mayor acería de China, emitirá nuevas acciones para los accionistas del Grupo de Hierro y Acero de Wuhan con el fin de absorber a la compañía, según el plan de fusión anunciado el martes.
El año pasado, la producción de acero crudo del Grupo Baosteel y el Grupo de Hierro y Acero de Wuhan alcanzó 34,94 y 25,78 millones de toneladas, respectivamente. Tras la operación, la producción de la nueva empresa fusionada sobrepasará a la del Grupo HeSteel, de la provincia septentrional de Hebei, con lo que ocupará el primer puesto en China y se convertirá en el segundo mayor productor de acero del mundo, después de ArcelorMittal.
El Grupo de Hierro y Acero de Wuhan se convirtió en la primera acería de grandes dimensiones de China cuando empezó a producir, en 1958. Su filial cotizada registró unas pérdidas netas de 7.500 millones de yuanes (1.100 millones de dólares) en 2015, con un endeudamiento total de 70.000 millones de yuanes.
La fusión, en esta ocasión, es el esfuerzo más reciente hecho por el gobierno chino para reducir el exceso de capacidad en acero y continuar con la reestructuración económica del país.
China es el mayor productor y consumidor de acero del mundo. El sector se ha visto afectado por el exceso de capacidad durante un largo tiempo, problema que ha llegado a ser un importante impedimento para el crecimiento económico de China en los últimos años.
La producción anual de acero de China es de 1.200 millones de toneladas, pero el país tiene como objetivo reducirla en 45 millones de toneladas en 2016.
China ha cerrado un grupo de plantas siderúrgicas, con una capacidad total superior a 90 millones de toneladas en los últimos cinco años y planea reducir la producción en otros entre 100 a 150 millones de toneladas para 2020.