Otros 600 soldados estadounidenses serán enviados a Irak en las próximas semanas para reforzar a las fuerzas gubernamentales iraquíes con el fin de recuperar la ciudad de Mosul en manos del Estado Islámico (EI), anunció hoy el Pentágono.
Actualmente hay 4.647 soldados estadounidenses autorizados para su despliegue en Irak. Los elementos adicionales elevarán el nivel autorizado a poco más de 5.200.
Estos soldados no encabezarán el ataque, dijo el vocero del Pentágono Peter Cook, sino que brindarán apoyo logístico, entrenamiento y asesoría a las fuerzas iraquíes.
Las fuerzas gubernamentales iraquíes también recibieron helicópteros de ataque Apache y un sistema de cohetes Himars.
Además se envió una gran cantidad de fondos a los combatientes kurdos peshmerga, informaron medios locales que citaron a fuentes del Pentágono, las cuales señalaron que la ofensiva en Mosul podría comenzar en octubre.
A principios de este mes, el primer ministro iraquí Haider al-Abadi se reunió en privado con el presidente de Estados Unidos Barack Obama y con el vicepresidente Joe Biden al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York para solicitar más apoyo logístico del Pentágono.