La HABANA, 30 sep (Xinhua) -- Cuba desempeña un rol fundamental en el complejo y diverso entramado que conforman las relaciones exteriores de China, especialmente con América Latina, aseguró el analista político caribeño, Eduardo Regalado.
En entrevista concedida a Xinhua, el experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana, afirmó que la reciente visita a la isla del primer ministro chino, Li Keqiang, del 24 al 26 de septiembre, fue un acontecimiento relevante y de gran trascendencia que reafirmó la idea anterior.
"El primer país latinoamericano que tuvo relaciones diplomáticas con China fue Cuba, la entrada de China en América Latina lo hizo con Cuba. Con el paso de los años y tras la puesta en marcha de la Reforma y Apertura, Beijing ha ampliado sus vínculos con el mundo y en esta nueva etapa, el continente latinoamericano tiene un papel importante", consideró Regalado.
El investigador cubano indicó que desde el punto de vista político existen coincidencias ideológicas entre el gobierno de la isla y el asiático, ambos socialistas, lo cual ha tenido un gran peso en las posturas asumidas a favor de la conformación de un mundo multipolar.
Concepto que según Regalado, ya viene materializándose en las últimas décadas, a partir del ascenso al poder de líderes progresistas en América Latina, Europa Oriental, Oriente Medio, Africa y Asia.
Asimismo ha influido la conciencia a nivel global de la urgencia de buscar pluralidad de voces para dar solución a los problemas cardinales que amenazan la paz y la supervivencia de la vida en el planeta.
"Esta visita de Li ha resaltado el papel de Cuba como un amigo histórico con el que China comparte visiones ideológicas socialistas y objetivos. Cuba tiene una posición de prestigio, es una referencia y tiene un liderazgo político. Además de ser reconocida por sus programas solidarios de colaboración", apuntó.
En otro momento de la entrevista, Regalado se refirió a los nexos económicos crecientes entre Beijing y Latinoamérica, convirtiéndose en uno de los primeros socios comerciales de la mayoría de las naciones de la región.
Al respecto recordó que La Habana fue uno de los promotores del acuerdo de cooperación suscrito en enero de 2015 entre los 33 países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y China.
El objetivo de este pacto, es profundizar el "desarrollo compartido" en beneficio de los pueblos y proyecta, de acuerdo con declaraciones del presidente asiático, Xi Jinping, alcanzar en la próxima década los 500.000 millones de dólares a través del comercio bilateral, mientras las inversiones rondarán los 250.000 millones.
"Hay otra manera de relacionarse, diferente a la que utilizan los polos de poder como son Estados Unidos y la Unión Europea. Se está construyendo un nuevo tipo de relaciones, no es perfecta pero va hacia el camino de la sostenibilidad y el ganar-ganar entre ambas partes", resaltó el académico.
En este sentido Regalado detalló que para América Latina, China no es sólo un mercado seguro de sus materias primas y un proveedor de tecnología y bienes de calidad, sino también uno de los principales inversionistas y financistas de proyectos de envergadura para los países del área.
"Incluso más relevante que el desempeñado por el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque no le pone condicionamientos a nadie. China ha tenido posiciones de condonar deudas a países latinoamericanos y asumir el desarrollo de infraestructuras, eso hay que reconocerlo", señaló.
Al mismo tiempo consideró que se trata de un proceso de complementariedad, caracterizado por la receptividad y la disposición de las dos partes de atender los reclamos, los problemas y las necesidades de cada uno de los implicados.
Cuando sólo restan unas horas para la celebración, este 1 de octubre, del 67º aniversario de la proclamación de la República Popular de China y a dos días de conmemorarse 56 años del establecimiento de relaciones entre La Habana y Beijing el pasado 28 de septiembre, para Regalado son muchas las lecciones que aprender de la nación asiática.
"Yo miro a China con optimismo porque ha demostrado que se puede avanzar y beneficiar a las grandes mayorías con un Partido Comunista en el poder y que se puede construir un socialismo sostenible. Han ido solucionando por etapas los desafíos y cada día su dinamismo y crecimiento económico, le permite asumir mayor liderazgo a nivel mundial", resaltó.
"Cuba también está leyendo de la experiencia china con el proceso de Reforma y Apertura de 1978 y cuyos ejes fundamentales nunca se han fracturado y están en constante actualización y desarrollo", dijo.