SAN FRANCISCO, EEUU, 15 oct (Xinhua) -- Un grupo de investigadores han documentado el asesinato de millones de animales en la Cuenca del Amazonas de Brasil en sus guaridas luego del colapso de la "Fiebre del Caucho" en el siglo siglo XX, que causó la disminución de algunas especies acuáticas.
Los hallazgos, publicados esta semana en la revista "Science Advances", fueron los primeros de los investigadores, incluyendo el escritor Andre Pinassi Antunes de la Sociedad de Conservación de Flora y Fauna de Brasil, quien examinó manifiestos de carga de barcos de vapor, registros de puertos y otros documentos que reportaron datos de exportaciones ocultas.
"Hay un comercio masivo internacional de pelo y pieles tomados de animales del Amazonas en Brasil durante gran parte del siglo XX, aunque sorpresivamente ningún estudio previo documentó la explotación de los animales o la capacidad de recuperación del ecosistema", señaló Taal Levi, un ecologista de flora y fauna de la Universidad Estatal de Oregon (UEO) y coautor del estudio.
Desde finales del siglo XIX, alrededor de medio millón de colonizadores entraron a la región del Amazonas para extraer caucho a través de las cuencas de importantes ríos.
Una flota de barcos de vapor fue construida para el transporte y comercio, y una red de comerciantes compró productos forestales de las industrias de extracción. Cuando los precios del caucho colapsaron en 1912 debido a la competencia de plantaciones en Malasia, las empresas que no cayeron en bancarrota buscaron otros productos.
Así empezó el comercio internacional oculto de animal en el Amazonas, el cual persistió por décadas hasta que Brasil aprobó una ley de protección de la fauna en 1967, restringiendo severamente la cacería de muchas de las especies afectadas, y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES) fue ratificada en 1975.
El grupo de investigación calcula que entre 1904 y 1969, por lo menos 23 millones de animales representando 20 especies de mamíferos y reptiles fueron cazados y registrados en reportes de exportación.
Reconociendo que esas cifras están muy por debajo del verdadero número total de animales muertos debido a que muchos fueron escondidos para evitar impuestos y otros animales quedaron heridos o fueron asesinados y nunca llegaron a los barcos de vapor, el equipo documentó las mayores pérdidas de especies acuáticas, causando una considerable reducción de las poblaciones de nutria gigante de río, el caimán negro, y el manatí.
Entre los cálculos de los investigadores para el período de 1904 a 1969:
-- Más de 4,4 millones de caimanes negros murieron, y durante los últimos cinco años la cantidad menguó en 92 por ciento del punto máximo;
-- 110.504 manatíes desaparecieron, reduciendo la población en 91 por ciento de su punto máximo;
-- 386.491 nutrias gigantes murieron, reduciendo la población en 88 por ciento desde el volumen máximo;
-- 793.133 capibaras fueron asesinados, reduciendo su población 75 por ciento de su punto máximo.
"Los animales acuáticos fueron más vulnerables debido a que los ríos eran muy accesibles y los animales eran esencialmente atrapados ahí mismo", señaló Levi en un comunicado de la UEO.
"Había que hacer muchos esfuerzos para cazar animales en tierra, por lo que las especies terrestres en general resultaron menos afectadas por la cacería comercial", y la mayoría de las especies terrestres sobrevivieron a la matanza.
"El comercio internacional oculto tuvo su máximo auge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos explotó el caucho del Amazonas para reemplazar el caucho de Malasia que los japoneses habían capturado", mencionó Levi. "Un segundo auge de exportaciones ocultas de animales se registró en la década de 1960 cuando las pieles exóticas se pusieron de moda".
Sin embargo, "la investigación de otros ecologistas muestra que esas especies se están recuperando, incluyendo el caimán negro, que es la segunda mayor especie de crocodilos en el mundo", dijo Levi.
"Esos animales pueden crecer hasta 20 pies (6,1 metros) de largo. Pero antes de eso, nunca hemos estado seguros de qué tan resistentes fueron los animales a la elevada persecución en el pasado".