Imagine que excava un agujero a través de la Tierra desde la ciudad noroccidental china de Xi'an, ¿dónde saldría en el otro extremo?
La respuesta es Santiago, capital de Chile.
Aunque es el lugar más alejado de China, Chile ha suscitado la atención de todo el Pacífico ante la próxima visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, al país latinoamericano.
Chile fue el primer país sudamericano que estableció lazos diplomáticos con China y desea potenciar su industria turística atrayendo a más viajeros del gigante asiático.
"Invitamos cordialmente a los turistas chinos a que visiten Chile", indicó Javiera Montes, subsecretaria de Turismo de Chile.
Montes hizo estas declaraciones durante una presentación sobre los destinos turísticos chilenos en Shanghai, metrópoli oriental china, a medianos de noviembre, la primera actividad de su tipo organizada por el gobierno chileno en China.
"Tenemos los Andes y los desiertos. También tenemos más de 20.000 glaciares. Un 20 por ciento de nuestro territorio son reservas naturales. Creo que los chinos pueden encontrar lo que deseen en Chile", sostuvo.
Los funcionarios chilenos confían en que la visita del presidente Xi pueda aumentar el conocimiento de los chinos sobre la variada belleza natural de Chile.
"He vivido tres años en China. Los turistas chinos han mostrado un creciente interés por los lugares lejanos y exóticos en los últimos años. Creo que muchos de ellos estarán muy interesados en vivir una aventura en Chile", opinó César Suárez, director comercial de Chile en Shanghai.
Este largo y estrecho país entre los Andes y el Pacífico es una tierra de contrastes.
Una cadena de volcanes y lagos salpican sus regiones sureñas, mientras que en el norte se encuentra el desierto de Atacama, incluido en el listado de 2015 de las 10 regiones de obligada visita elaborado por Lonely Planet. El país también tiene abundantes recursos de cobre, una de sus exportaciones principales.
Wu Yuanfeng, hombre de negocios que viaja mucho entre Chile y China, recordó lo mucho que se sorprendió al ver una puesta del sol en el desierto de Atacama.
"La puesta del sol fue muy larga y rodeada por el brillo espléndido de la tarde... El desierto de Atacama es el desierto más seco del mundo. Su arena es la más pura", aseguró.
Sin embargo, muchos viajeros chinos solo conocen de Chile las estatuas gigantes de la Isla de Pascua.
Unos 11.000 chinos visitaron Chile en 2014, frente a los 6.000 registrados en 2008, según los datos oficiales de las autoridades chilenas de turismo.
El crecimiento es llamativo, pero la cifra resulta relativamente escasa comparada con los más de 100 millones de viajes al extranjero que los chinos realizaron ese año.
Para atraer a más turistas chinos, Chile ha eximido a los turistas chinos de abonar la tasa por la solicitud del visado, y los que tienen visados de Estados Unidos o Canadá con una validez de más de seis meses pueden acceder al país sin visado específico.
Con el relajamiento de estos requisitos, Chile espera experimentar un crecimiento de un 40 por ciento en el número anual de turistas chinos.
Además, para el gobierno chileno, la llegada de turistas chinos implica mucho más que el incremento de los ingresos turísticos.
China y Chile han mantenido una relación comercial estrecha en la última década.
En 2005, Chile se convirtió en el primer país latinoamericano que firmó un acuerdo de libre comercio con China. En los 10 años siguientes, el volumen del comercio bilateral se cuadruplicó. China es ahora el mayor socio comercial de Chile.
Aunque el cobre es históricamente la principal exportación chilena, las exportaciones de otros productos a China también han registrado crecimientos hasta suponer ahora la quinta parte del total desde 2014.
Chile fue el mayor proveedor de arándanos y cerezas frescas de China el año pasado, y un 77 por ciento de las importaciones chinas de salmón y ciruela fresca llegaron de allí.
Las importaciones de carne de vacuno, cordero y vino de Chile también han ganado popularidad.
El rápido desarrollo económico de China en las últimas décadas ha creado una clase media fuerte que quiere gastar más en alimentación, moda y viajes.
"El turismo es una buena manera de promover el comercio, por eso esta vez decidimos combinar ambos", explicó Suárez.
A los gastrónomos chinos les gusta probar la auténtica comida típica en sus viajes por el extranjero. Al regresar a casa, con frecuencia se convierten en portavoces voluntarios de las delicias locales, así que tener más visitantes significa tener más oportunidades de negocio.
"La mejor manera de experimentar el mundo es compartir la comida y el vino con los amigos. Creo que la visita del presidente Xi no sólo fortalecerá los lazos bilaterales, sino que también impulsará el comercio mutuo a un nuevo nivel", indicó Suárez.