El presidente venezolano, Nicolás Maduro, informó hoy que en enviará una carta a su homólogo estadounidense, Barack Obama, para solicitar la derogatoria de la Orden Ejecutiva que califica a Venezuela de "amenaza inusual y extraordinaria".
Al pedir el apoyo de la oposición local que participa en la mesa de diálogo, Maduro anunció que el texto será entregado en las "propias manos" de Obama en las próximas horas, y, además, difundirá un mensaje "por todos los medios de comunicación" del país norteño.
Las declaraciones del mandatario se dieron durante el homenaje póstumo al ex embajador venezolano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Bernardo Alvarez, quien falleció el pasado 25 de noviembre en ejercicio de sus funciones diplomáticas en Washington.
"Bernardo se fue motivado, emocionado. Había descubierto una nueva ventana para su acción incansable, y en eso estaba en estos días", dijo Maduro, al tiempo que instó a trabajar en una campaña que denominó "Misión Bernardo Alvarez" para que Obama deje sin efecto el decreto.
"El (Alvarez) estaba empeñado, aportando ideas que vamos a desarrollar en los próximos días para que hagamos una gran campaña (...) para que, ojalá esta vez sí, el presidente Barack Obama, antes de irse, escuche el clamor de la historia y de la patria de Simón Bolívar", sostuvo el mandatario venezolano.
Desde la Casa Amarilla, sede de la cancillería venezolana, Maduro dijo que mantiene la esperanza de que su homólogo estadounidense "escuche la verdad de Venezuela y derogue antes de irse, el 20 de enero, el decreto que ha considerado a nuestra patria una amenaza inusual y extraordinaria".
A su juicio, si Obama "no firma la disolución" del instrumento legal impulsado en 2015, "dejaría las puertas abiertas a cualquier aventura contra la paz, la soberanía y la vida de nuestro pueblo".
"Si algún día, que haremos lo imposible para que jamás llegue, ese decreto fuera utilizado para violar la paz de Venezuela, para intervenir Venezuela, y corriera la sangre de Venezuela, ese decreto tendría la marca de Barack Obama por los siglos de los siglos", enfatizó.
En ese sentido, Maduro exhortó a su homólogo estadounidense a dejar a Venezuela "libre de amenazas", a fin de avanzar en "una oportunidad con la nueva administración" republicana que dirigirá el presidente electo de ese país, Donald Trump, a partir del 20 enero de 2017.
Caracas y Washington mantienen tensiones desde marzo de 2015 cuando el mandatario Barack Obama firmó la Orden Ejecutiva que declara al país caribeño una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de su nación.
La renovación del instrumento, este año, motivó que la administración venezolana retirara a su encargado de negocios en Estados Unidos, Maximiliem Arveláiz, quien esperó al menos 18 meses por el beneplácito de Estados Unidos para fungir como embajador.
En junio pasado, Venezuela y Estados Unidos reanudaron las conversaciones bilaterales en aras de un óptimo acercamiento diplomático, el cual se concretó con un encuentro entre la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
El día siguiente a la elección de Trump como presidente de Estados Unidos, Maduro sostuvo una conversación telefónica con Kerry, a quien pidió estructurar una "agenda positiva" para trabajar con el nuevo gobierno estadounidense.