ANKARA, 2 dic (Xinhua) -- Las familias de refugiados sirios que viven en los suburbios de Ankara, la capital turca, reciben ayuda para sobrevivir no sólo del gobierno y los ciudadanos turcos, sino también de algunos amigos chinos.
Mervan Hindi, un hombre de 63 años de edad originario de la ciudad norteña siria de Alepo, renta un viejo departamento en la ladera de una montaña en el distrito de Mamak en Ankara.
Mervan vive con su esposa de 57 años Emine Yusuf y con sus dos nietos, Mervan de cinco años y Andullahahman, de seis años de edad, quienes perdieron a sus padres cuando huían de Siria hacia Turquía.
Hindi quedó hemipléjico después de sufrir una embolia, así que apenas se puede mover en su casa y pasa el tiempo sentado en una manta. Su esposa Emine tiene que encargarse de las labores del hogar y de los dos niños.
"Su familia tiene dos niños y un viejo que no puede moverse libremente y necesita atención médica. No tienen ningún familiar joven que trabaje. Con un hemipléjico en la familia, nuestro sistema de evaluación para la ayuda les otorga 10 puntos y cada anciano y cada niño reciben dos puntos", dijo a Xinhua Wu Zhen, encargado del grupo "Documental de Actividades de Ayuda a Refugiados", un grupo de Wechat de 114 personas, en su mayoría chinos, que viven en Turquía.
Puesto que no tienen ningún trabajador joven, duplicaremos su puntuación, así que la familia recibe 32 puntos y es la primera en la lista de las familias refugiadas más vulnerables. Un punto equivale a liras turcas al mes", dijo Wu al entregar más de 320 liras turcas (96 dólares) a Emine.
Emine coloca el dinero en su bolsillo y dice "gracias" en árabe a Wu, quien habla poco turco o árabe.
Esta es la razón por la cual Wu invitó a algunos voluntarios a ayudarlo a realizar el trabajo de investigación y registro de la información de las familias, la traducción al entregar el dinero a las familias y otras actividades como jugar con los niños.
Jihad Daana, un palestino que estudia en Turquía, es uno de los voluntarios invitados por Wu.
"Hablo árabe y me gusta ayudar a quien lo necesita, así que cuando Wu me preguntó si podía ayudar acepté sin ninguna duda", dijo Jihad a Xinhua.
La familia Hindi de Alepo es una de las seis familias sirias refugiadas que Wu y su grupo han ayudado desde febrero de este año.
El dinero no es mucho pero puede cubrir algunos de los gastos de las familias que no tienen ingresos suficientes más que los donativos del gobierno y los ciudadanos turcos.
"Cuando iniciamos el proyecto elegimos a ocho familias sirias para ayudarlas y ahora la situación de dos de ellas está mejorando. Así que decidimos suspender el apoyo para ellas para dar más dinero a quien lo necesita", dijo Wu, quien mostró su lista de familias refugiadas.
Nacido en la provincia nororiental china de Heilongjiang, Wu, soltero de 41 años de edad, es guía de turistas.
"La hospitalidad del pueblo turco y su generosidad hacia los refugiados sirios me conmovió mucho, así que decidí establecerme en el distrito de Mamak para ayudar a los refugiados, quienes no viven tan lejos de mí. El poder de un hombre es limitado, pero un grupo de chinos de buen corazón puede hacer mucho para facilitarles la vida", dijo.
"La mayoría de los miembros de nuestro grupo son chinos que están realizando un gran esfuerzo por tener una vida mejor en Turquía. No somos muy ricos, pero estamos dispuestos a hacer lo que podamos para ayudar a las personas que lo necesitan", agregó Wu.