Corte Suprema brasileña deberá votar si aparta definitivamente o no a presidente de Senado

Actualizado a las 06/12/2016 - 15:54

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El pleno del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil deberá decidir en los próximos días si aparta de manera definitiva del cargo al presidente del Senado, Renan Calheiros, acusado de malversación de fondos públicos.

El juez Marco Aurelio Mello aceptó hoy un pedido de urgencia del partido Red Sustentabilidad para apartar a Calheiros de la presidencia del Senado.

El pasado jueves, el estatus legal de Calheiros cambió a procesado, acusado de haber cobrado sobornos de la constructora Mendes Júnior para pagar la pensión de una hija que tuvo fuera del matrimonio con la periodista Mónica Veloso, a cambio de favorecer a la empresa en varias decisiones políticas.

La máxima corte brasileña decidió en noviembre que cualquier legislador que sea procesado no puede estar en la línea de sucesión a la Presidencia, argumento al que se acogió Mello para apartar del cargo a Calheiros.

Ahora le corresponderá al pleno del STF, con fecha aún por decidir, votar si aparta definitivamente o no a Calheiros, tal y como ya pasó este año con Eduardo Cunha.

Cunha, quien también era procesado en el STF y ante quien pesaban graves denuncias por corrupción, principalmente por sus nexos en la red de corrupción en Petróleo Brasileño S.A. (Petrobras), fue apartado del cargo por unanimidad de los miembros de la Corte.

En su decisión, Mello destacó que la permanencia de Calheiros en el Senado compromete la seguridad jurídica, y recordó que seis ministros del Supremo votaron que un procesado no puede ocupar un cargo en la línea de sucesión.

Con la separación de Calheiros de la presidenta, el senador opositor Jorge Vianna, del Partido de los Trabajadores (PT), primer vicepresidente del Senado, asumirá el comando de la Cámara Alta.

Calheiros es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mismo del presidente Michel Temer, del que es un aliado.

El caso por el que fue denunciado fue revelado en 2007, y en ese momento las denuncias llevaron a la renuncia de Calheiros a la presidencia del Senado, pero tres años después fue reelecto por sus pares.

Más tarde, a partir de 2013, el foco de las investigaciones cambió, a instancias de la Procuraduría General.

Según los fiscales, Calheiros destinaba cerca de la mitad de los fondos extra para financiar actividades ligadas a su quehacer legislativo para pagar la pensión de su hija, lo que está reñido con la ley.

El senador, quien comandó el Senado durante el proceso que llevó a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en agosto pasado, fue uno de los principales blancos de las manifestaciones anticorrupción realizadas el pasado domingo en unas 200 ciudades brasileñas.