El jefe de la aldea cisjordana de Amona expresó hoy una objeción al plan israelí de reubicar a los colonos judíos de un enclave no autorizado en Amona a tierras declaradas "abandonadas".
El controvertido plan estipula que miles de colonos serán trasladados de Amona, asentamiento que un tribunal ordenó evacuar para diciembre, a tres terrenos palestinos que Israel declaró "abandonados".
La petición fue presentada por Yesh Din, un grupo israelí de derechos humanos, en nombre de Abd a-Rahman Mustafa Salah, jefe del consejo de la aldea de Silwad.
De acuerdo con la objeción, "la decisión de establecer un asentamiento para beneficio de la población del poder ocupante está prohibida conforme al derecho internacional, por lo que es ilegal".
El plan, aprobado el domingo por el fiscal general de Israel, busca poner fin a una crisis política que amenaza a la coalición de derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los nuevos terrenos se encuentran cerca de Amona, por lo que algunos de los colonos sólo se desplazarán unos metros. Netanyahu impulsó el plan con la esperanza de satisfacer a los colonos y a la facción de ultraderecha Hogar Judío, socio de coalición de Netanyahu que amenazó con retirarse de la coalición si no se llevaba a cabo la evacuación.
Amona, al este de Ramala, es el mayor de los "enclaves no autorizados", comunidades construidas por israelíes de extrema derecha sin permiso del gobierno. Existen cerca de 100 enclaves no autorizados y otros 120 asentamientos que Israel considera legales.
Tanto los enclaves como los asentamientos son ilegales conforme al derecho internacional porque fueron construidos en territorio ocupado por Israel durante la guerra de Medio Oriente de 1967.