Un aldeano de la provincia nororiental china de Heilongjiang, fronteriza con Rusia, ha descubierto un depósito de 1.555 balas abandonado por las tropas japonesas hace décadas.
Cui Xin, nativo del pueblo de Yongchang en el distrito Jidong, desenterró el martes en la orilla de un río dos cajas de madera podrida, con la munición dentro.
Cui informó a la policía de la frontera, que luego anunció que las balas, con un peso total de 47,5 kilogramos, todavía podrían usarse.
Se cree que la munición pertenecía a las tropas niponas, que la dejaron atrás durante la guerra de resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa, que duró de 1937 a 1945. Las balas se han entregado a las autoridades.