Dos lienzos coloniales que son parte del patrimonio cultural de Perú fueron entregados hoy por el Ministerio de Cultura (Mincul) al arzobispado de la región surandina del Cusco, luego de ser recuperados tras un proceso judicial de siete años en Estados Unidos.
Los óleos, que representan a los santos Tomás de Aquino y Antonio de Abad, fueron sustraídos del templo católico de Santa María Magdalena en el distrito cusqueño de Taray durante una celebración patronal en el 2001.
"Solamente tenemos denuncia de estos dos (óleos) de esa oportunidad, pero tengo entendido que hay un poco más de 10 lienzos que fueron sustraídos de esa iglesia", dijo a Xinhua la directora de Recuperación de Piezas Culturales del Mincul, María Leiva.
De acuerdo con la información del Mincul, ambos lienzos, junto a otros 14, eran ofrecidos en subasta en el año 2009 por la Casa Austin Gallery en el estado de Texas bajo el título de venta "Important Religious Art & Antiques", cuando se notificó al entonces Instituto Nacional de Cultura (INC) de Perú sobre su identificación.
En el lote de pinturas se encontraban otras dos obras que también tenían denuncia de robo por parte de la Dirección Regional de Cultura del Cusco y los 10 restantes, aunque no presentaban registro o denuncia, por sus características, también serían parte del patrimonio cultural peruano.
Según el reporte del Ministerio de Cultura, un ciudadano peruano residente en Estados Unidos fue identificado como el propietario de las pinturas y éste, al ser investigado, argumentó que eran parte de su herencia familiar.
Sin embargo, según las pesquisas del Mincul, el supuesto propietario no presentó documentos que pudieran certificar que eran parte de su legado y, además, no figuraba en los registros peruanos como coleccionista particular.
Los lienzos fueron entregados, en una ceremonia en la sede del Mincul, al arzobispo del Cusco, monseñor Richard Alarcón, con la presencia, como testigos, de representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio Público de Perú, además de personal de la Unesco, Interpol y la embajada de Estados Unidos.