"Estatuas humanas" invaden ciudad de Lima

Actualizado a las 08/02/2017 - 09:45

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Las principales calles del centro de la ciudad de Lima son escenario de "estatuas humanas" que representan a diversos personajes de la vida cotidiana, de la historia y de películas famosas que combinan realismo y fantasía para sorprender a los peatones.

Entre las figuras de apariencia metálica, que permanecen inmóviles por largas horas, sin mover los músculos ni los ojos, destacan mineros, esclavos, luchadores, soldados y mujeres con aires mitológicos, ataviados de indumentarias adaptadas para representar a sus personajes.

Las estatuas humanas, se confunden con las verdaderas de bronce que, paralelamente, se encuentran instaladas en parques y calles históricas de la capital peruana, una ciudad milenaria con raíces coloniales e indígena rodeado de "huacas" (restos arqueológicos).

Carlos Mendoza, uno de estos artistas, que se gana la vida de esta manera desde hace más de 10 años, se desplaza todas las mañanas desde los suburbios del norte de Lima hasta el Jirón de la Unión, en el centro de esta bulliciosa urbe, para representar a un minero andino.

"La ropa la hice yo mismo, es un uniforme ordinario fusionado con papel metálico, un casco que lo compré de segunda mano en un mercado de pulgas, una botas viejas que encontré en casa y bastante pintura para darle un toque de realismo a mi apariencia", explicó en una breve charla con Xinhua.

Para darle el toque final a su apariencia de estatua descolorida, este hombre de edad mediana y padre de dos hijos en edad escolar, tiene que pintarse la cara con un espray de color metálico que le deja el rostro de apariencia plateada.

El artista, acostumbrado a este oficio, como todo un profesional, acomoda su equipaje en una pequeña maleta con ruedas y carga una pequeña banqueta donde se sube y permanece varias horas, inmóvil, hasta que se cansa y se mueve sorprendiendo a algunos incautos o a los niños.

"La labor de entretener a los peatones, peruanos y turistas que visitan la capital peruana es bien dura porque tenemos que soportar la inclemencia del tiempo, las lloviznas, el viento y el ardiente sol del verano, pero me gusta este trabajo", declaró el artista callejero.

La gente pasa al costado de la estatua que emula a un minero, con su ropa de trabajo desgastada, con el casco descolorido y el rostro pétreo, típico del hombre andino, sin mover un solo músculo, a la espera que algunas personas colaboren con unas monedas y que valoren este arte urbano.

Así como Mendoza, otros artistas, emulan a personajes mitológicos como incas y ángeles, uno de estos es Luis Huamán, un estudiante de Bellas Artes, que para costear sus estudios emula a un ángel caído del cielo.

Tras hacer una pequeña pausa, este joven de 27 años de edad, a punto de graduarse de artista, expresó su vocación para representar este rol, aunque, confesó tener otros planes profesionales más adelante.

"Siempre me han atraído los personajes mitológicos, por esa razón decidí escoger a un ángel para representarlo en las calles. A la gente le gusta esta figura porque representa valores positivos para la mayoría de personas", subrayó.

Huamán permanece en las inmediaciones de la Calle Miro Quesada para hacer su arduo trabajo durante seis y ocho horas, según las condiciones del clima y de la afluencia de las personas para ganar algunos ingresos económicos.

"No es fácil, pero es un arte que me gusta, por esa razón hago mis rituales cotidianos para arreglar mi ropa, las pinturas que uso y las respectivas indumentarias para recrear a un ángel caído del cielo", expresó.

Durante el recorrido también encontramos al legendario maestro de las artes marciales "Bruce Lee", representado por Lenyn Pérez en una de las calles de la capital peruana desde hace siete años.

"Me nace desde que tengo los tres años, desde que me llevaron a llevar las películas de artes marciales y en particular de Bruce Lee, de ahí creo que nace todo", comento este artista callejero de 43 años de edad al expresar su devoción.

Su admiración por este legendario personaje del cine mundial no tiene límites y su dedicación, casi religiosa, lo llevó a reencarnarlo tal como lo hace por muchos años en las calles de esta ciudad.

"Para mí Bruce es una inspiración porque representa todo, la perfección en el arte, la precisión, la sabiduría, la perseverancia, la lucha, el valor y la alegría, el ánimo sobre todo que te pone al hacer unas cosas, las cosas bien hechas y buenas", puntualizó.

Las estatuas humanas de Lima se han convertido en una parte inseparable de todos los atractivos que tiene la capital peruana, para la admiración de los miles de turistas internacionales que visitan el país andino.