La inversión directa combinada de China en las economías de América del Norte y Europa en 2016 creció más del doble frente al nivel del año anterior, en momentos en que la economía china, que progresa rápidamente, continúa su transición hacia un nuevo modelo de crecimiento, según un informe dado a conocer por la firma internacional de abogados Baker McKenzie.
La inversión extranjera directa de China en las dos regiones subió un total combinado de 130 por ciento en comparación con 2015, para marcar un nuevo récord de cerca de 94.200 millones de dólares, de acuerdo con el documento.
Por primera vez desde 2013, los inversionistas chinos inyectaron más dinero en América del Norte que en Europa. El 94 por ciento del total en América del Norte llegó a Estados Unidos, según la fuente.
"Más de la mitad de la inversión directa china en Europa y América del Norte desde el año 2000 se ha registrado en los últimos tres años, lo que indica la influencia de la globalización y el crecimiento rápido de la economía china", sostuvo Michael DeFranco, director global de Fusiones y Adquisiciones de Baker McKenzie.
Las compañías chinas privadas lideraron la tendencia y superaron a las empresas estatales, al cerrar un 70 por ciento de todos los acuerdos de este tipo y refrendar el continuo ascenso de la China corporativa en la economía global.
En Europa, los inversionistas chinos concentraron su atención en Alemania y el Reino Unido, que recibieron casi la mitad del total del dinero chino inyectado en el Viejo Continente.
Y en el norte de América, si bien EE. UU. captó el mayor monto, Canadá registró un incremento del 120 por ciento en acuerdos de inversión de capital chino, alcanzando el nivel más alto de los últimos tres años.
En Europa, la tecnología informática y de comunicaciones, el transporte, los servicios públicos e infraestructuras y la maquinaria industrial experimentaron la mayor actividad, mientras los principales receptores en Norteamérica fueron los sectores de bienes raíces y hotelería, transportes, servicios públicos e infraestructuras, productos y servicios de consumo y entretenimiento.
"Las compañías chinas tienen una porción de mercado cada vez más vasta, están ascendiendo en la cadena de valor y están invirtiendo en conocimientos para impulsar la demanda nacional e internacional de sus productos y servicios", dijo Zhang Danian, representante jefe de la oficina en Shanghai de Baker McKenzie.