Si bien es una ofensa a las demás personas presentes estar tomando fotos de la pantalla del cine o del escenario, es igualmente grosero utilizar el teléfono para enviar mensajes de texto o chatear durante la función. En la oscuridad, la luz de la pantalla del móvil resalta y distrae a los demás. Incluso molesta a los actores porque desde el escenario probablemente se perciba esos haces de luz como horrores que parpadean.
A casi todos los espectáculos que asisto siempre hay una o dos personas, jóvenes por lo general, que no dejan de revisar su WeChat.
En mi opinión, los adictos al chat son peores que los fotógrafos “atravesados”. Este último por lo menos ama el espectáculo, lo que no sabe es cómo expresar ese afecto de una manera apropiada. Sin embargo, los “atravesados” adictos al chat desdeñan lo que tienen delante de sus ojos, como si dijeran: "Soy tan grande que tengo que ocuparme de asuntos de suma importancia todo el tiempo. El mundo no sobrevivirá si dejo de instruir y dar órdenes durante dos horas".
Tal vez el ocupado usuario de WeChat está locamente enamorado o acaba de ser solicitado por su amante. Si es así, no debería estar en el teatro. "Un espectáculo no es tan importante como tu vida amorosa, huye de aquí", realmente me habría gustaría gritarle.
Si indisciplinas tales como tomar fotos durante un espectáculo cultural son tan comunes, las reglas y la etiqueta deben ser reexaminadas. Si la molestia puede minimizarse, ¿no es una buena y gratuita herramienta de publicidad para el espectáculo? Sinceramente, siento que una estricta política de prohibir que tomen fotografias durante las funciones es algo del pasado.
He notado que en varios espectáculos de escenario, incluyendo Mama Mia!, se reservó el bis o último número para los “atravesados” de la audiencia u otras formas de participación.
Habiendo sido informados de antemano que tendrían al final una grata oportunidad, los “atravesados” se comportaron muy bien durante todo el espectáculo.
Las películas, especialmente las comedias, pudieran diseñar los créditos finales para un propósito similar, ya que muchas incorporan “lo que usted no vió”. Podría ser divertido que, en los créditos finales, el galán Eddie Peng -dentro o fuera de su personaje- se diriga a sus seguidoras femeninas como Qin y les regale una buena pose que puedan fotografiar y llevarse a casa.