Intención de inversiones de micro y pequeñas empresas brasileñas aumenta 12,3%

Actualizado a las 21/02/2017 - 08:55

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La intención de inversiones entre las micro y pequeñas empresas de Brasil subió 12,3 por ciento en enero pasado, aunque continúa en niveles bajos debido a la crisis económica, informó hoy la Confederación Nacional de Dirigentes (CNDL).

Según la entidad, el indicador que mide la intención de hacer inversiones en los próximos 90 días en una escala del 0 al 100 alcanzó los 29,4 puntos, el mejor resultado desde octubre de 2015, pero continúa en un nivel bajo.

Entre los empresarios entrevistados, el 64 por ciento dijo que no pretende invertir en los próximos tres meses.

De ellos, el 43 por ciento consideró que no existe necesidad de invertir, el 24 por ciento explicó que no lo hará debido a la crisis económica y 13 por ciento respondió que espera el retorno de inversiones anteriores.

Los empresarios que manifestaron su intención de invertir representan el 24 por ciento.

En este grupo, el 30 por ciento dijo que quiere aumentar la existencia de sus productos, mientras que el 29 por ciento planeta reformar la empresa.

Los que quieren comprar equipamientos son el 25 por ciento, mientras que 21 por ciento pretende contratar servicios de medios de comunicación y propaganda.

De los empresarios que quieren hacer inversiones en los próximos tres meses, el 13 por ciento aseguró que necesitarán adquirir créditos para ello.

La caída de la tasa de interés observada en los últimos meses y el aumento de confianza de los empresarios puede tener influencia positiva en la búsqueda de inversiones y solicitudes de crédito, aunque de forma discreta, ya que se requiere todavía algún tiempo para traducirse en aumento de las inversiones, señaló la CNDL en su informe.

Según la CNDL, el 84 por ciento de los micro y pequeños empresarios brasileños no pretende adquirir ningún crédito en los próximos tres meses, aunque se trata de un 5 por ciento menos que en diciembre de 2016.

El temor entre las micro y pequeñas empresas de Brasil es fruto de la grave crisis económica que sufre el país, cuyo producto interno bruto (PIB) se contrajo 3,8 por ciento en 2015, el peor resultado en 25 años, a lo cual se suma una mayor inflación, aumento de desempleo y de la tasa básica de interés, lo cual disminuyó el nivel de consumo de las familias.