El estatus de residente permanente en la ciudad sagrada tibetana de Lhasa, China, fue otorgado hoy a un número récord de 118 extranjeros.
La residencia permanente da al extranjero en China acceso a atención médica, educación, propiedades y otros beneficios disfrutados por los nativos.
Los extranjeros, incluidos ciudadanos suizos, franceses y nepaleses, han estado viviendo en Lhasa durante algún tiempo. Un nepalés dijo que era un día que valía la pena recordar pues durante muchos años él deseó ser reconocido como residente.
Norgyel, un oficial de policía de inmigración, dijo que la ciudad jamás había emitido tantos permisos de residencia permanente en una sola ocasión.
"La acción muestra claramente el compromiso de las autoridades para mejorar los procedimientos", indicó.
Este mes, la dirigencia china sostuvo una reunión en Beijing y prometió mejorar las reglas y los procesos para los extranjeros que solicitan la residencia permanente.
La acción es fundamental para la estrategia de desarrollo de talentos de China.
El año pasado, 1.576 extranjeros se volvieron residentes chinos permanentes, un incremento de 163 por ciento con respecto al año previo.