BEIJING, 1 mar (Xinhua) -- Los agricultores chinos emplean un 70 por ciento más de químicos en sus cultivos que la media mundial, pero el país está avanzando hacia la agricultura ecológica animando a los trabajadores a reducir el uso de fertilizantes químicos.
El Ministerio de Agricultura de China publicó un plan de acción este mes para probar un programa de reemplazo de fertilizantes en 100 poblados y distritos durante este ejercicio.
El plan incluirá verduras producidas en invernaderos del norte de China, manzanas cultivadas en la altiplanicie Loess del noroeste de China y la región de la bahía Bohai y otras áreas importantes que producen naranjas, mandarinas y té.
El documento estipula que se debe reducir en al menos un 20 por ciento el uso de fertilizantes químicos en las áreas importantes de cultivos frutícolas, verduras de invernaderos y té para 2020.
El programa forma parte de los esfuerzos del país de reducir el uso de fertilizantes químicos y reemplazarlos con alternativas orgánicas.
Actualmente, el uso de fertilizantes químicos de China supone un tercio del consumo total mundial.
Algunos agricultores ya han tenido en cuenta los efectos del uso excesivo de fertilizantes, lo que supone una cuestión que ha afectado la producción de alto valor agregado del país.
Hace tres años, el campesino Yue Zuozhong se dio cuenta que su terreno necesitaba un descanso tras sufrir una productividad baja, degradación del suelo y baja fertilidad causadas por un uso excesivo de fertilizantes químicos.
"La tierra en mis invernaderos se ha vuelto dura e impermeable. Ya no podía encontrar lombrices en la tierra", explicó Yue, que vive en Shouguang, ciudad de la provincia oriental china de Shandong.
Yue decidió reducir el uso de fertilizantes químicos en sus dos invernaderos y los reemplazó con fertilizantes biológicos y estiércol procedentes de cerdos y pollos.
"Mis gastos pueden suponer ahora la mitad", aseguró Yue. "Sin embargo, lo más importante es que con los fertilizantes orgánicos, la tierra dura se volvió suave otra vez y el agua penetraba con más facilidad", añadió.
China está apoyando la fertilización específica, la combinación de agua y fertilizantes y está promoviendo el control ecológico de plagas y enfermedades para garantizar que el consumo de fertilizantes y pesticidas para su ritmo de crecimiento para 2020.
Como un importante centro de producción y comercio de verduras, Shouguang provee un tercio de las verduras que se consumen en Beijing. La ciudad cuenta con más de 800.000 mu (medida china que equivale a 1/15 hectárea) de invernaderos de verduras y desde 2010 el Gobierno había animado a los campesinos a usar fertilizantes orgánicos para mejorar la tierra de labranza.
"La larga dependencia de los fertilizantes químicos para estimular la producción ha derivado en el endurecimiento y la salinización del suelo y la contaminación medioambiental", explicó Guo Yuesheng, subdirector de la Estación de Suelo y Fertilizantes de Shandong.
"El uso inapropiado de fertilizantes químicos también conducirá a un nivel alto de elementos de metales pesados en el suelo, lo que amenazaría la salud de la gente", agregó.
Los datos del Ministerio de Agricultura indican que el uso de fertilizantes químicos daña la fertilidad de la tierra, con cerca del 40 por ciento de la tierra de cultivo deteriorándose.
Sin embargo, el cambio es difícil, porque los fertilizantes químicos son mucho más baratos que sus alternativas orgánicas y más convenientes de transportar.
Para ofrecer la misma cantidad de nutrientes, los fertilizantes orgánicos cuestan unas cuatro veces el coste de los químicos, según Guo.
"Todavía tenemos un camino largo en la promoción del uso de fertilizantes orgánicos", aseguró Guo.
Yue agregó que no se haría nada sin apoyo financiero y experiencia profesional.
"Esperamos que el Gobierno pueda continuar subsidiándonos y ofreciéndonos ayuda para lograr una agricultura sostenible", resaltó Yue.