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Primera visita de Tillerson a China aprovechará dinámica positiva de lazos China-Estados Unidos

Actualizado a las 16/03/2017 - 14:03
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WASHINGTON, 15 mar (Xinhua) -- La próxima visita a China del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, aprovechará la dinámica positiva que viven las relaciones entre China y el Gobierno de Donald Trump, según han dicho varios expertos.

Tillerson comenzó el miércoles su primera gira por Asia, que lo llevará a Japón, Corea del Sur y China. El sábado, estará en Beijing para sostener conversaciones con líderes y altos funcionarios chinos sobre un amplio abanico de asuntos bilaterales y multilaterales.

ALLANAR EL CAMINO PARA LA PRIMERA CUMBRE XI-TRUMP

El primera viaje de Tillerson a China ha despertado una enorme atención pues las dos partes están puliendo los últimos detalles para la primera cumbre entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, que según han informado algunos medios de comunicación podría tener lugar en abril.

Durante la visita de Tillerson, se espera también que ambas partes discutan el programa nuclear y de misiles de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), además de cuestiones relativas al comercio bilateral y la seguridad.

"La visita es importante para fijar el tono, incluso más que el fondo, de las relaciones entre China y el nuevo Gobierno (estadounidense)", explicó a Xinhua Ted Carpenter, experto en defensa y política exterior del Instituto Cato.

Un acuerdo sobre la fecha y la agenda de la cumbre entre Xi y Trump sería un importante baremo para valorar el éxito de la visita de Tillerson, añadió.

A su juicio, cuando la cumbre tenga lugar, los dos líderes hablarán previsiblemente sobre la RPDC, el mar Meridional de China y las relaciones comerciales bilaterales, entre otros asuntos.

"La visita debería aproximar a ambas naciones a una fecha y agenda del encuentro entre ambos líderes", dijo por su parte a Xinhua Douglas Paal, vicepresidente de estudios del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Previó que los dos presidentes instruirán a sus ministros a celebrar un foro de seguimiento sobre eventos bilaterales que se celebraban bajo la anterior Administración estadounidense, como el Diálogo Estratégico y Económico, una reunión anual a nivel de gabinete.

SIN "SOLUCION LISTA" PARA CUESTION RPDC

La visita de Tillerson coincide con el agravamiento de la crisis en la península de Corea debido al reciente ensayo con misiles por parte de la RPDC, su reacción más significativa hasta la fecha a los ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington, y el controvertido despliegue del escudo antimisiles estadounidense THAAD en Corea del Sur.

Debido a la complejidad de la crisis, los expertos muestran cautela ante un posible avance al respecto en las conversaciones entre China y EEUU durante la vista de Tillerson.

Carpenter consideró que Estados Unidos y Corea del Sur no van a retrasar el despliegue ni mucho menos a renunciar a él.

"Los líderes estadounidenses están preocupados por que las elecciones en Corea del Sur puedan acabar con un presidente opuesto al THAAD, pero a menos que esto suceda, el despliegue seguirá adelante", afirmó Carpenter, en referencia a los próximos comicios presidenciales surcoreanos tras la destitución de la presidenta Park Geun-hye.

Paal, entre tanto, aseguró que no esperaba ningún acuerdo sobre la RPDC en las reuniones de Tillerson en Beijing, pues no hay "una solución preparada" para este tema.

Estados Unidos se encuentra inmerso en una revisión de políticas y carece de buena parte del personal necesario para efectuarla a conciencia, así que encontrar una solución requerirá mucho más tiempo que unos días.

Además, Corea del Sur está en medio de un cambio de Gobierno y no está preparada para plantear nuevas iniciativas sobre la RPDC, agregó.

No obstante, si la cuestión de la RPDC puede acercar a China y Estados Unidos, ayudará seguramente a que Trump se dé cuenta de la importancia de conseguir la contribución de China para abordar los retos que se plantean a nivel mundial, enfatizó.

CONSTRUYENDO SOBRE IMPETU POSITIVO

La visita de Tillerson a China construirá sobre un ímpetu positivo que ya ha emergido en las relaciones China-EEUU, después de un comienzo complicado tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, según los expertos.

Antes de la visita de Tillerson, el Departamento de Estado de EEUU ya ha enviado una señal positiva, diciendo que Washington pretende conseguir "una relación más constructiva con China", y buscar áreas para expandir la cooperación bilateral.

De hecho, la visita ayudará a disipar la nube que pende sobre los lazos bilaterales debido a la dura retórica de Trump durante, y después de su campaña electoral. Trump irritó aún más a Beijing recibiendo una llamada de la líder de Taiwan, isla considerada por China como parte integral de su territorio, y afirmando que la política de una sola China era negociable.

Pero han surgido señales positivas, especialmente después de la conversación telefónica entre Xi y Trump en febrero, durante la cual Trump prometió respetar la política de una sola China.

Esto ha acabado con uno de los grandes obstáculos, que podrían convertirse en una crisis nunca vista en las últimas décadas, haciendo tambalear las bases de los lazos China-EEUU.

Después de la conversación telefónica entre Xi y Trump, el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, mantuvo su primera reunión con Tillerson en Alemania el 17 de febrero. A esto le siguió la primera visita a EEUU del consejero de Estado de China, Yang Jieqi, que se reunió con Trump y con sus máximos asesores en la Casa Blanca.

La administración Trump hasta el momento se ha abstenido de llevar a cabo acciones agresivas contra China en divisas, comercio o asuntos del mar Meridional de China.

Comentando sobre las nuevas señales positivas, Paal dijo que es ahora más optimista sobre los lazos entre China y EEUU que cuando Trump juró el cargo el pasado 20 de enero.

"Reconozco el mérito de los diplomáticos chinos, que han mostrado energía y flexibilidad para moverse a través del prolongado periodo de transición de Trump, cuando la mayor parte de los vínculos están funcionando solo de manera parcial", afirmó Paal.

Con la visita de Tillerson, China y EEUU tienen incentivos para mandar mensajes que urjan a la prudencia sobre la Península Coreana, y otros puntos clave globales, añadió.

Aún así sigue habiendo dificultades en comercio, divisas y ciertas áreas de seguridad que conciernen a la Administración Trump, que ha prometido acabar con el déficit comercial con China y llevar empleos de vuelta a casa.

Paal dijo que, durante la visita de Tillerson, es probable que las dos partes pasen mucho tiempo discutiendo las preocupaciones económicas que la Administración Trump tiene sobre China.

Durante la campaña el año pasado, Trump prometió imponer un alto arancel sobre las importaciones chinas, presionar al país asiático sobre su política monetaria y urgir a que se aumente la protección sobre la propiedad intelectual.

"Pero todavía no hemos oído una declaración integral sobre las estrategias globales, regionales o sobre China de la nueva administración, por lo que podría haber sorpresas, especialmente en los frentes económico y comercial", detalló Paal.

Carpenter dijo que aunque Trump se ha retractado en varias de sus posiciones de política exterior expresadas durante la campaña, "habrá algunas dificultades y tensiones entre Beijing y Washington en el futuro, especialmente sobre prácticas comerciales".  

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