Beijing, 29/03/2017 (El Pueblo en Línea) - Poco después de la clausura de las “Dos Sesiones” y antes de iniciarse el Foro de la “Ruta de la Seda”, Hans Dietmar Schweisgut, embajador de la Unión Europea en China, dialogó con el Diario del Pueblo para ofrecer sus opiniones sobre la actualidad de la Unión Europea, sus vivencias en China y el futuro de la cooperación entre China y Europa.
Diario del Pueblo: Entre el 2003 y el 2007, Ud. trabajó en Beijing como embajador de Austria. Hace tres años regresó, esta vez representando a la Unión Europea.
Hans Dietmar Schweisgut: Sinceramente no esperaba volver a trabajar en China. Tuve la oportunidad de estar aquí como embajador de Austría en unos años fascinantes, justo antes de los Juegos Olímpicos de Beijing. También era un momento en que las relaciones entre Austria y China, y con Europa en general, se desarrollaban muy bien. Cuando cambié para el sistema diplomático europeo, contemplé la oportunidad de regresar a Asia. Empecé como embajador en Tokío, y luego volví a China en el 2014. Es una segunda gran oportunidad dentro de un momento muy importante para la Unión Europea y un momento muy importante para China. Así que espero realizar mi modesta contribución al desarrollar de nuestra relación.
Diario del Pueblo: ¿Qué temas le interesaron de las “Dos Sesiones” de este año y cómo percibe los esfuerzos del gobierno para mejorar la calidad de vida del pueblo chino?
Hans Dietmar Schweisgut: China se está desarrollando muy rápido. Así que volver a este país, después de un período de siete años de ausencia, significó verificar otro gran salto hacia adelante. Es fascinante historiar el éxito económico y social que ocurre en China desde hace más de cuatro décadas y que hoy continúa. La China actual es muy diferente a la que aprecié hace diez años. Es algo espectacular.
Por supuesto, este rápido desarrollo también tiene un costo. Por ejemplo, el estado del medio ambiente, gran problema en China señalado por la dirigencia como uno de las grandes retos del futuro. Hay desafíos por delante, pero se están abordando y también percibo que existe un gran progreso en las relaciones de China con la Unión Europea. Una de las principales oportunidades del momento es que desde la Unión Europea podemos hacer una contribución a las actuales reformas chinas.
Las “Dos Sesiones” son el gran acontecimiento del calendario político chino. Por lo general, y de manera muy comprensible, se concentran en temas del desarrollo nacional, en la economía, en cuestiones sociales internas. Creo que lo que trascendió este año fue el claro mensaje sobre la mayor apertura y reformas. Algo que nos gustaría ver implementado tan pronto como sea posible. También vimos un enfoque del desarrollo sostenible en un sentido más amplio, incluyendo el alivio a la pobreza, el cuidado al medio ambiente y muchas otros asuntos relacionados. Además, observamos un avance en términos de seguir profundizando en el necesario estado de derecho, especialmente cuando se trata del derecho civil y la cuestión de un código de derecho civil. Por supuesto, sería muy interesante constatar que esta tendencia de un estado de derecho penetra más en todos los ámbitos, incluyendo la protección plena de los derechos humanos.
También debo mencionar que no sólo este año, sino también el año pasado e incluso antes, vimos un fuerte énfasis en la innovación. Esto es algo que está en el centro del tránsito hacia un nuevo modelo de desarrollo económico, basado mayoritariamente en la innovación y el conocimiento. Creo que también es una de las novedades que podrían abrir nuevas oportunidades para la cooperación, siempre que no se trate de un desarrollo basado en subvenciones e intervencionismo estatal, sino que se constituya como un modelo abierto, transparente y regido por el mercado, donde las empresas europeas y los investigadores europeos puedan participar y contribuir.
También hay que reconocer, con toda justicia, que la dirigencia china está concentrada en habilitar un crecimiento inclusivo y en mejorar los medios de subsistencia del pueblo. Ese fue otro enfoque a destacar en las sesiones de este año, es algo notable.
Creo que todos, sin reservas, reconocemos el gran logro del desarrollo económico chino, impensable hace 40 años.
Diario del Pueblo: Hace ya 60 años, un 25 de marzo se firmó el Tratado de Roma, que dió origen a la Comisión Económica Europea, base de la actual Unión Europea. ¿Cómo evalúa la situación actual de la Unión Europea y qué se espera de su integración?
Hans Dietmar Schweisgut: Creo que cuando hay un aniversario importante, siempre surge la pregunta: ¿Debemos centrarnos en los logros del pasado, en los problemas actuales o en los retos futuros? Todo hay que tomarlo en cuenta. Debemos reconocer que, como bien se ha dicho, la Europa unida ha logrado mucho a lo largo de 60 años. En 1957, nadie habría pensado que 6 décadas más tarde existiría una Unión que abarcaría prácticamente todo el continente, superando las divisiones del período de posguerra; que existiera un continente donde se respeta la paz, la prosperidad y los derechos y libertades individuales; que existiera un continente donde las personas pueden trabajar y estudiar libremente en otros países que no son su nación de origen. Son logros enormes que dimensionan la Unión Europea, además de ser el mayor bloque económico del mundo. Además, tenemos una moneda única, que es la segunda más utilizada en el mundo. Estas cosas hay que resaltarlas, porque en el actual contexto a veces se olvidan. Pero, al mismo tiempo, tenemos una prolongada crisis económica y financiera, la situación de los refugiados, el flagelo del terrorismo, Reino Unido que decidió dejar de ser miembro. Esto refleja que no todo está bien dentro de la Unión Europea, y eso tenemos que reconocerlo para entender las causas y encontrar una manera adecuada de continuar el futuro.
Uno de los problemas es que los europeos de hoy dan por sentado todos los logros, así que lo que enumeré al principio también hay que recordarlo en Europa, para demostrarles a los ciudadanos de la Unión Europea la contribución que se ha hecho para mejorar sus vidas. El segundo aspecto es que, una de las razones por las que vemos que más personas se han convertido en euroecépticos es probablemente porque todas las personas desean una mejor sensación de seguridad económica, estabilidad política y seguridad nacional. Creo que esto es algo en que la Unión Europea debe concentrarse. Hemos superado, en gran medida, la crisis económica y política, pero todavía no es suficiente para todos. El desempleo sigue estando demasiado alto, aspecto en el que necesitamos mejorar más. Lo otro es la seguridad interna y externa, algo que tendrá que abordarse como núcleo en la Unión Europea y sus estados miembros. Aquellas personas que critican a la Unión Europea, no necesariamente afirman que hay que prescindir de ella. La Unión Europea es indispensable. Ninguna nación de Europa puede hacerse la ilusión de vivir desintegrada. No es así como Europa abordará los desafíos futuros.
Diario del Pueblo: ¿Considera que una Europa con “velocidades distintas” será la solución para una mejor integración?
Hans Dietmar Schweisgut: Entre las opciones de desarrollo futuro que tiene la Unión Europea, este concepto surge a menudo, pero tenemos que asegurarnos de que las “velocidades distintas” no socaven la unidad de la Unión Europea.
En cierta medida, ya tenemos una Europa de varias velocidades. De hecho, no todos [los países de la Unión Europea] han adoptado el euro ni son miembros de la zona Schengen. Así que es una realidad que ya existe y la gente la tiene en mente cuando expresa que una Europa de varias velocidades podría ser la "vanguardia", pero entendiendo que tiene que ser un modelo abierto para todos los estados miembros, que continuarían de esta forma si les conviene. No es un reemplazo de lo que actualmente tenemos. “Velocidades distintas” es un concepto que inculca algo del dinamismo futuro de la integración.
Diario del Pueblo: El ministro chino de relaciones exteriores ha declarado que "China continuará apoyando el proceso de integración europea ... Creemos que los desafíos que enfrenta actualmente Europa pueden convertirse en una oportunidad para que la Unión Europea madure". ¿Qué deberían hacer China y la Unión Europea para profundizar aún más las relaciones bilaterales?
Hans Dietmar Schweisgut: Obviamente me alegra escuchar estas declaraciones del ministro de relaciones exteriores de China y los comentarios similares realizados por el primer ministro Li Keqiang. Estamos de acuerdo en que existe un gran potencial para seguir ampliando la relación Unión Europea-China.
Citaré algunos ejemplos. Tanto China como Europa se ven a sí mismos como actores con responsabilidades globales. Ya hablamos sobre el cambio climático, estamos de acuerdo con la ley central del sistema de las Naciones Unidas. Oportunidades hay para fortalecer nuestra cooperación en esta área, incluyendo el desarrollo sostenible.
También comprendemos que tenemos en juego una gran responsabilidad cuando se trata de los llamados puntos de crisis. Trabajamos juntos para resolver el problema nuclear en Irán, estamos trabajando juntos en Afganistán, en dos semanas celebraremos una conferencia sobre Siria en Bruselas, donde, una vez más, esperamos una gran participación china. Así que en el área "paz" cooperamos intensamente y, en los últimos años, hemos profundizado constantemente la relación.
Por otra parte, ya tenemos una relación económica realmente fuerte, siendo la Unión Europea el mayor socio comercial de China y siendo China nuestro segundo mayor socio comercial. Es beneficio para ambas partes. Al mismo tiempo, vemos que en la era digital nuestras economías se desarrollan aún más. La economía china se está volviendo más sofisticada. Los servicios y las inversiones son cada vez más importantes, tan relevantes como el comercio de mercancías, por lo que son oportunidades que hay que aprovechar y esperamos hacerlo acelerando nuestras negociaciones sobre un ambicioso acuerdo de inversión global. También de manera más equitativa, con una China que abra su mercado de la misma manera que el mercado europeo está abierto para China. Esto abriría nuevas oportunidades no sólo para nuestras empresas, sino también para el comercio bilateral y para una mayor innovación cooperativa.
Creo que si pudiéramos ir en esa dirección y China realmente se abriera, también otorgaría mucha credibilidad a la defensa que hace China del mercado global internacional, como escuchamos en el discurso del presidente Xi Jinping en Davos.
También debo mencionar la dimensión pueblo a pueblo, que tiene igual o mayor importancia. Un número cada vez mayor de chinos y europeos se visitan e intercambian. Iniciaremos negociaciones sobre la facilitación de visados y un acuerdo de readmisión.
El próximo año tendremos el año del turismo Europa-China, así que también veo una gran expansión de este intercambio humano, el corazón de lo que estamos haciendo.
Diario del Pueblo: Hace dos mil años, la Ruta de la Seda conectó Roma y Xi'an. Ahora, China ha presentado la iniciativa “Un Cinturón, una Ruta” que brindará nuevas oportunidades tanto para la Unión Europea y China. En mayo se celebrará en Beijing el Foro “Un Cinturón, una Ruta”. ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Cómo proyecta que China y la Unión Europea puedan beneficiarse de esta iniciativa?
Hans Dietmar Schweisgut: En los últimos 2.000 años hemos visto muchas “rutas de la seda”. Creo que deberíamos estar agradecidos a China y al presidente Xi Jinping por haber utilizado esta metáfora para llamar la atención sobre la necesidad de inversión y conectividad que facilite el intercambio económico. Esto ha sido señalado por instituciones internacionales como el Banco Asiático de Desarrollo, enfatizando que necesitamos más inversiones, particularmente en infraestructura.
Desde el lado europeo, en el que prestamos mucha atención a una mejor conexión en Europa y desde Europa con las regiones vecinas, tiene sentido trabajar de conjunto para mejorar la conectividad eurasiática. Varios líderes europeos han sido invitados al foro. De la Comisión Europea, el vicepresidente Katainen ha sido invitado y asistirá. Percibimos que será una buena oportunidad para discutir abiertamente la dinámica de la conectividad y las nuevas “rutas de la seda”. También pensamos que podemos llegar a un enfoque inclusivo, transparente, que atraiga a todos los actores, desde donde podamos diseñar el futuro de una manera abierta y lúcida, asegurándonos de que todos los países participantes se identifiquen plenamente y tengan un sentido de pertenencia con dicha iniciativa.