QUITO, 15 abr (Xinhua) -- Con una misa campal en la provincia occidental de Manabí, los ecuatorianos recordarán, este domingo, el terremoto de 7,8 grados que hace un año (16 de abril de 2016) golpeó al país y dejó 673 muertos y gran devastación en poblados costeros.
El epicentro del terremoto, que duró 42 segundos, se situó entre los cantones de Cojimíes y Pedernales, en la zona norte de Manabí, la más castigada por la catástrofe natural.
El movimiento telúrico, que también dejó unos 12.000 damnificados y 69.000 edificaciones afectadas, la mayor parte en Manabí y la vecina provincia de Esmeraldas, fue calificado por el gobierno como la peor tragedia de las últimas siete décadas.
La misa, que tendrá lugar en el parque central de Pedernales, será encabezada por el actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, según anunció hoy el propio mandatario en su informe semanal de labores.
"Mañana con miles de manabitas y ecuatorianos de todas partes del país, en Pedernales, epicentro del terremoto, recordaremos el año de la tragedia, recordaremos a los fallecidos, su recuerdo siempre quedará con nosotros, pero también tendremos presente el orgullo de la patria nueva, ese Ecuador más unido que nunca", señaló el mandatario.
En las capitales de las 24 provincias del país también se realizarán misas campales para recordar a las víctimas, anunció el jefe de Estado, quien también aseguró que el pueblo está resucitando a un año del sismo.
"Mañana, Domingo de Resurrección (de Jesús Cristo), también se conmemora un año de esa terrible tragedia del terremoto del 16 de abril pasado y el pueblo ecuatoriano está resucitando, estamos saliendo adelante. Manabí y Esmeraldas entre el dolor, las cenizas, los escombros salimos adelante", afirmó Correa.
El mandatario recalcó que el terremoto puso a prueba a los ecuatorianos y demostró de qué fibra están hechos.
"Han sido 12 meses durísimos, desastres naturales sin precedentes (...), pero estamos superando esa terrible tragedia del terremoto" , agregó, al tiempo que indicó que el evento "nos impactó por las malas construcciones" .
Asimismo, dijo que el país sorprendió al mundo por lo rápido que superó los estragos del evento.
"Nosotros avanzamos muy rápidamente, no se habría podido avanzar sin toda la inversión que hemos realizado en los últimos años" dijo Correa en alusión a la implementación del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911, que permitió coordinar todos los recursos para atender la tragedia.
"Es el mejor Sistema Integrado de Seguridad en toda América Latina", resaltó el mandatario.
A un año del terremoto, cuyas pérdidas se estimaron en 3.344 millones de dólares, las tareas de reconstrucción avanzan, según, Carlos Bernal, secretario técnico del Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva, ente creado por el gobierno.
El comité ha invertido hasta ahora 2.410 millones de dólares para la reconstrucción de las zonas afectadas.
La mayor parte de los recursos fueron asignados al sector de vivienda (508 millones de dólares) y a vialidad, medios de transporte, demoliciones y remoción de escombros (431 millones), según datos proporcionados por el Comité de Reconstrucción.
Asimismo, también se destinaron fondos para el equipamiento público y regeneración urbana, educación, salud, electricidad, agua potable y saneamiento, créditos de reactivación productiva, atención social emergente, entrega de bonos y albergues, entre otros rubros.
"Estamos reconstruyendo con responsabilidad, Esmeraldas y Manabí quedarán mejor que antes, ese es el compromiso. Tenemos planificación de viviendas con capacidades de resiliencia y demás componentes de regeneración urbana", indicó Bernal a la prensa.
En las zonas afectadas, el gobierno ha entregado a los damnificados centenares de viviendas construidas en planes habitacionales.
La construcción de viviendas todavía está en curso para atender las necesidades de otros grupos de afectados.
Hasta el 3 de abril, el Ministerio de Vivienda ha levantado 22.513 casas a nivel nacional y están en construcción otras 11.816, según las cifras oficiales.
En tanto, otros damnificados, lograron reparar sus viviendas gracias a la entrega de bonos e incentivos por parte del ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Además, a un año de la catástrofe natural, cada vez es menor el número de damnificados que viven en albergues instalados por el gobierno.
Actualmente existen 3.600 personas, que representan 930 familias, viviendo en 15 albergues.
"Empezamos con 30 albergues y hoy estamos en 15, aún quedan muchas familias afectadas y por ellas la esperanza no disminuye", aseguró Carlos Bernal.
En los albergues reciben las tres comidas diarias, kits de aseo mensuales, atención de salud, apoyo pedagógico, servicios básicos y seguridad, abundó el funcionario.
Por otro lado, la ministra de Inclusión Económica y Social, Lídice Larrea, informó que antes del 24 de mayo próximo, cuando terminará el tercer y último mandato del presidente Rafael Correa, se cerrarán todos los albergues, dando soluciones habitacionales a todos los afectados.
"Este domingo 16 de abril es un día de triste recuerdo, conmemoramos un año de este trágico episodio que involucró a todo el país", dijo Larrea tras anotar que luego de un año la población afectada va superando la tragedia.
"Tenemos una provincia (Manabí) de pie, que está sufriendo otro embate de la naturaleza como inundaciones por el invierno, pero que muestra su fortaleza y que sigue recibiendo la ayuda del gobierno nacional", subrayó la ministra.
Para la reactivación productiva, el gobierno, a través de la banca pública, ha entregado créditos a los afectados por un monto de 121 millones de dólares.
Desde el terremoto del 16 de abril, se han registrado hasta hoy 3.519 réplicas, según el último informe del Instituto Geofísico de Ecuador.
El proceso de reconstrucción continuará en manos del Comité, presidido por el actual vicepresidente Jorge Glas, quien fue reelegido en el binomio con Lenín Moreno, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 2 de abril.
Asimismo, el gobernador de la provincia de Esmeraldas, Gabriel Rivera, dijo que esto genera tranquilidad ya que habrá continuidad en la hoja de ruta trazada.
"Era muy riesgoso el hecho de cambiar de gobierno cuando la reconstrucción va en camino de una forma sostenida, sistemática", apuntó el gobernante local.
Manabí y Esmeraldas se encuentran en estado de excepción, el cual fue renovado esta semana por 60 días más por el gobierno ante las secuelas del terremoto y el crudo invierno que afecta con mayor incidencia a esas provincias costeras.
Según la Secretaría Nacional de Riesgos, desde el 1 de enero al 14 de abril, en todo el país se registran 26 muertos y 33.631 familias damnificadas, afectadas o albergadas, además, más de 29.000 viviendas destruidas y afectadas por el invierno.