Los gobiernos de Bolivia y Brasil acordaron fortalecer acciones coordinadas para el control de fronteras comunes destinadas a enfrentar al crimen organizado, informó hoy el ministro boliviano de Gobierno, Carlos Romero.
"La reunión binacional de la pasada semana logramos importantes avances en la coordinación para frenar las arremetidas del crimen organizado; vamos a trabajar en acciones sincronizadas", declaró Romero a periodistas en La Paz.
Bolivia y Brasil acordaron el despliegue de operaciones sincronizadas en zonas fronterizas, intercambio de información, trabajo de inteligencia, alertas permanentes y otras que eviten crímenes de cárteles brasileños.
Brasil respaldó la concreción de un plan conjunto para enfrentar a los cárteles brasileños del Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho (Comando Rojo-CV) que incursionaron en países de la región, destacó Romero.
Autoridades gubernamentales y jefes policiales de Bolivia y Brasil se reunieron el pasado viernes en la ciudad boliviana de Santa Cruz, con la finalidad de estudiar el modo de operación de los cárteles brasileños en las fronteras.
"Hemos hecho un repaso de la información que tenemos las policías de ambos países. Se han determinado su forma de operar", agregó.
El ministro boliviano dijo que al gobierno le preocupa la incursión de emisarios de los cárteles brasileños a los departamentos de Pando (norte) y Santa Cruz (este), en los que "recaudan" dinero a través de actividades delictivas, principalmente relacionadas con robos, atracos, secuestros, narcotráfico y tráfico de armas.
A decir de Romero, los cárteles PCC y Comando Vermelho son organizaciones que no están especializadas en narcotráfico, pero sí desarrollan otro tipo de acciones criminales ligadas al tráfico de sustancias controladas, motivados por generar recursos económicos y potenciarse logísticamente.
A su juicio, son organizaciones que tienen capacidad de operación y despliegue militar, porque entre sus integrantes existen ex militares y policías.