En Venezuela existe un aparente "pacto de no convivencia" que podría dificultar la llegada a una solución de la compleja situación política, económica y social, según señalaron expertos venezolanos.
Para la socióloga Maryclen Stelling, las convocatorias de diálogo "han caído como en un vacío", al considerar que "en el fondo de este país existe un pacto de no convivencia", que es un posible común denominador entre las partes.
"El presidente (Nicolás Maduro) llama a un diálogo, pero yo siento que el pacto de no convivencia (...) se ha ido fortaleciendo, consolidando, pero con un nuevo frente de batalla que abrió la oposición, que es el frente de batalla de la calle", dijo Stelling en entrevista con Xinhua.
Venezuela ha vivido una ola de protestas en contra del gobierno de Maduro, mientras que éste insiste en la reactivación del diálogo para calmar los ánimos.
Desde inicios de abril, la oposición aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) salió a las calles para exigir la "restitución" del hilo constitucional que, dice, se rompió con dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra la Asamblea Nacional (AN, Congreso).
Con la primera, el Poder Judicial se atribuyó las facultades constitucionales del Congreso, tras argumentar que éste continúa en "desacato", mientras que con la otra limitó la inmunidad de los legisladores, pero ambas fueron suprimidas de inmediato.
Maduro, quien mantiene su denuncia por la violencia desatada tras varias de las manifestaciones, ha exhortado a sus adversarios a dialogar para consensuar una solución para el país.
Para el presidente, reactivar las conversaciones que iniciaron en octubre de 2016 y se estancaron en diciembre, es el "único salvavidas" de la oposición venezolana, a la cual señala de "terrorista", y acusa de las 33 muertes que se han registrado en el marco de las manifestaciones.
Sin embargo, los líderes de la MUD han negado ser los responsables y, por el contrario, señalan a los colectivos (activistas pro gobierno) de arremeter en contra de las movilizaciones que se han desarrollado en Caracas y otras regiones.
"Hay una suerte de peloteo de culpa y de responsabilidades. A eso se une también una suerte de visión del país absolutamente sesgada de los dos bandos que se confrontan", afirmó la socióloga Stelling.
Para la también investigadora de la comunicación, en Venezuela la confrontación tiene un carácter "simbólico".
A medida que se agudizan las manifestaciones, los líderes de la MUD han traído a colación otras exigencias, como que se efectúen comicios generales, se libere a los denominados presos políticos y se abra un canal humanitario.
El descontento de la oposición se acrecentó tras el anuncio de Maduro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, con la que busca "refundar el Estado venezolano y redactar una nueva Constitución".
A juicio de Stelling, para quien la iniciativa "tuvo un punto de partida un poco dudoso", esta propuesta debe estar dirigida a "repensar el país en colectivo", incluyendo a la oposición venezolana que, por su parte, considera que Maduro está dando un "golpe de Estado".
"Ante esas condiciones, desde la visión de la oposición, la Constituyente podría de alguna manera distanciar más la posibilidad de diálogo, reencuentro y de reconstrucción en común", agregó la también coordinadora del Observatorio Global de los Medios capítulo Venezuela.
En tanto, el economista Luis Enrique Gavazut opinó que los adversarios de Maduro "jamás han querido diálogo", porque "no le favorece simplemente a sus intereses de derrocar al gobierno bolivariano y colocarse ellos en su lugar".
"Si algo nos demuestra la historia de estos últimos años, es que cada cierto tiempo vuelve nuevamente la violencia callejera, los intentos de golpe de Estado, los muertos en las calles, para generar un clima de desasosiego", manifestó el experto en entrevista con Xinhua.
El coordinador del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza dijo que esas acciones tienen como finalidad "ahuyentar las inversiones" extranjeras, rubro que es parte de la estrategia del presidente Maduro para traer divisas frescas, independientes a la renta petrolera.
"Desde ese punto de vista sí es absolutamente importante que exista un diálogo, y que la oposición recapacite y cese en esta conducta tan terrible para la economía de Venezuela", agregó el también investigador independiente de Ciencias Sociales.